Podemos exige “cuotas” para sellar una coalición y Sumar replica: “Viven en la estratosfera”

Los morados rechazan repetir el 23-J que pospuso la negociación de listas

Los de Yolanda Díaz, sorprendidos por las exigencias

Ione Belarra, líder de Podemos, y Borja San Ramón, en un acto en Ourense.

Ione Belarra, líder de Podemos, y Borja San Ramón, en un acto en Ourense. / Brais Lorenzo

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

La alianza gallega entre Sumar y Podemos, que a nivel estatal vive un momento de alta tensión que amenaza con separar sus caminos incluso manteniendo la estructura del grupo parlamentario en el Congreso, pende de un hilo. Existe voluntad, habida cuenta de la necesidad de unir esfuerzos en un contexto difícil tras haber perdido este espacio político de la nueva izquierda sus 14 parlamentarios gallegos en 2020, pero la negociación del reparto de puestos de salida –los números 1 de cada provincia– y de dirección, control de posibles recursos y método de elección de candidato suponen un obstáculo que ahora mismo dificulta el pacto.

Podemos aclaró ayer que sus condiciones son negociar “cuotas y porcentajes”, que reclama en pie de igualdad con Esquerda Unida y Sumar (33% cada uno). Desde el partido de Yolanda Díaz transmiten perplejidad por el nivel de exigencias. “Viven en la estratosfera, a día de hoy no están en la realidad”, resumen voces de la organización, si bien oficialmente el encargado de lanzar el mensaje fue su portavoz estatal, Ernest Urtasun. “No es el momento ahora de empezar con el tema de las cuotas”, pidió, antes de reclamar centrarse en organizar un proyecto para derrotar a la derecha en las autonómicas gallegas, previstas antes del verano y, previsiblemente, la primera cita con las urnas tras el 23-J.

La tensión resucita el fantasma de En Marea entre los integrantes de Sumar, que quieren alejarse de los errores que llevaron a una plataforma electoral de ser la segunda fuerza de Galicia en 2016 con 14 escaños a perder su representación en la Cámara gallega. “Sumar tiene vocación de construir una organización territorial, con estructura y vocación de continuidad. Podemos y EU deben preguntarse si quieren participar o no”, expone uno de los impulsores del proyecto.

Los problemas existentes son varios. Por un lado, el lastre de las guerras internas que derribaron el proyecto En Marea hace tres años y medio. Por otro, la falta de referentes y candidato. Y en último lugar, la práctica ruptura de Podemos con Díaz, a la que Ione Belarra o Pablo Iglesias critican habitualmente, hasta el punto de avanzar que sus cinco diputados en el Congreso funcionarán de manera autónoma.

"No es momento de marear a los gallegos"

En ese contexto, Podemos Galicia, cuya dirección en manos de Borja San Ramón es de las más cercanas a Díaz, marcó territorio este fin de semana pidiendo un reparto del 33% de puestos con Sumar y EU. “No es momento de marear a los gallegos. Todos los votantes de izquierdas del país saben que es el momento de armar una coalición y las coaliciones implican acuerdos y porcentajes. Eso lo sabe perfectamente [Urtasun] porque participó en la negociación de la coalición del 23-J”, expuso San Ramón.

Podemos quiere cerrar el pacto antes de firmarlo, al revés de en las generales, cuando el adelanto sorpresa de Sánchez forzó a asumir un pacto que luego no se concretó. Podemos exigía, por ejemplo, primarias para los candidatos, queriendo usar su legión de afiliados para decantar la confección de las listas.

Sumar prefiere guardar silencio oficialmente, pero en su seno se llevan las manos a la cabeza. “Ir a una cuestión de cuotas es repetir los errores del pasado y, además, habría que preguntarse qué capital político aporta Podemos. Sumar cuenta con dos diputadas en el Congreso y, por supuesto, el liderazgo de Yolanda Díaz. Está a años luz de los que pueda aportar Podemos”, resumen fuentes del partido de la ministra de Trabajo.

En Euskadi, el fantasma de que Podemos y Sumar no se presenten en la misma papeleta cobra fuerza. “Aquí todavía hay tiempo. Están subiendo la tensión, pero ni siquiera hay fecha para las elecciones”, calman las aguas desde Sumar.

Admiten, sin embargo, que no será fácil porque, por ejemplo, Podemos y EU excluyen de la ecuación a Anova, con los que Sumar sondea un posible acuerdo.

El método de elección de candidatos también genera un problema. Como a nivel estatal, Sumar rechaza unas primarias abiertas, que entiende como un procedimiento de confrontación, más que de unidad, y apuesta por un modelo de aval democrático alternativo, como un pacto de listas que luego sea votado por las bases, por ejemplo. Elaborar el censo generaría también problemas, pero esa cuestión todavía no se ha abordado.

De momento, Sumar trata de mostrar su arraigo. Frente a un Podemos Galicia descapitalizado y sin presencia institucional, Sumar ofrece a las diputadas Marta Lois y Verónica Martínez, además del tirón de Díaz. La promotora de Sumar incluye medio centenar de nombres entre los que destacan el exalcalde de Ferrol Jorge Suárez, el exdiputado y asesor de Díaz Manolo Lago, el exsenador José Manuel Sande y profesores como el catedrático y vicesecretario de la Academia Galega Henrique Monteagudo, informa Europa Press.

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