La Xunta negociará con las empresas eliminar “envases industriales superfluos”

Aspira a que los envoltorios sean en 2030 un 15% menos que en 2010 | Apuesta por una planta para tratar tierras de excavación contaminadas

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

La aceleración del cambio climático y la estrategia europea para mitigar emisiones y generación y tratamiento de residuos determinan la hoja de ruta de Galicia para abordar la gestión de los residuos industriales hasta 2030, período en el que uno de los puntos novedosos radica en la estrategia de la administración autonómica para negociar con las empresas la eliminación de los “envases industriales superfluos”.

Esa propuesta consta en el plan de acción para ese período, en el que se fija como objetivo lograr un 15% menos de generación de envoltorios que en 2010 cuando finalice la presente década. Este es uno de los objetivos menos ambiciosos de una estrategia en la que en dos años y a nivel general, la comunidad quiere disminuir un 15% la generación de residuos industriales respecto a hace 13 años.

La Consellería de Medio Ambiente encargó la elaboración de este documento a Novotec Consultores, que acaba de finalizar los trabajos a partir de la Estrategia de Tratamiento de Residuos industriales revelada tras el verano pasado.

La reutilización de materiales y la apuesta por adaptarse a la gestión de “nuevos residuos” permea toda la acción prevista por parte de la Xunta hasta el año 2030.

En el primer caso, destaca el intento de impulsar el “uso innovador de subproductos alimentarios generados por el sector primario y la industria agroalimentaria como materia prima propia o para otros sectores”, como la creación de fertilizantes, por ejemplo.

La administración quiere mejorar el tratamiento previo de los residuos para limitar lo que acaba en los vertederos, especialmente en el caso de los procedentes de otras comunidades. La llegada de estos a Galicia se triplicó de 2015 a 2020, alcanzando el 34% de todos los residuos industriales enviados a los citados depósitos. Ahora, se pretende limitar su entrada, “siendo el máximo a recibir en el año actual el 30% de la media de lo depositado en los dos años anteriores”.

Aunque la Xunta reconoce que no son necesarias más plantas de tratamiento genéricas, sí destaca la necesidad de construir centros dedicados a “nuevos residuos”, como pilas, desechos sanitarios o elementos procedentes de los aerogeneradores necesarios para producir energía eólica, como avanzó FARO en octubre.

Además, el documento también considera necesario promover una planta de tratamiento de tierras de excavación para eliminar restos de hidrocarburos y otros materiales contaminantes “de forma que se evite el depósito en vertedero de residuos peligrosos de estas tierras”.