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El Gobierno da marcha atrás y permite la superviviencia de 24 granjas de visones

El Gobierno da marcha atrás y permite la supervivencia de 24 granjas de visones en Galicia

La prohibición de venta en tienda afectará solo a perros, gatos y hurones

El nuevo proyecto de Ley de protección, derechos y bienestar de los animales permitirá, tal y como está redactado en la actual propuesta del Gobierno central, la supervivencia de las 24 granjas de visones que se ubican en Galicia y de las que la inmensa mayoría (19) están en A Coruña, 4 en Pontevedra y una en Lugo –según el censo de Sanidade Animal de la Consellería de Medio Rural–.

El primer anteproyecto de la Ley, impulsada por el el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 que dirige Unidas Podemos, prácticamente prohibía las granjas de visones americanos, puesto que sancionaba su actividad con multas de 30.000 a 100.000 euros; mientras que en la propuesta enviada a las Cortes ha desaparecido del articulado o de cualquier mención en el texto.

El peso del sector en Galicia es mayoritario, puesto que concentra la práctica totalidad de las 26 explotaciones peleteras activas actualmente en España. La única posibilidad de que salga adelante un nuevo veto al sector sería recuperar la postura en las Cortes, vía enmienda y lograr los apoyos suficientes.

Las explotaciones de visones lamentan que su actividad queda al menos, afectada por otra futura legislación: el borrador del Plan estratégico del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad 2030, del Ministerio para la Transición Ecológica. Llueve sobre mojado, porque algunas han tenido que sacrificar miles de ejemplares a causa del COVID. El propietario de una granja de visones del ayuntamiento coruñés de A Baña, consultado por FARO ayer, pide “un trato justo y que se respeten nuestros derechos”, tras insistir en que las explotaciones de visones son acordes a toda la normativa europea.

Las granjas de visón americano son explotaciones ganaderas, insisten, inscritas en el Registro general de explotaciones ganaderas (REGA) del Ministerio de Agricultura y que dan empleo directo a 1.500 personas e indirecto a otros miles. Además, añaden, tienen un papel fundamental en la dinamización de las zonas rurales en las que está ubicadas, según datos de la Asociación Gallega de Criadores de Visón (Agavi). Opinión contraria sostienen desde la organización WWF, que llegó a exigir el cierre inmediato de las granjas de visones americanos por “su impacto” sobre la biodiversidad y la salud humana.

Esta medida no ha sido la única en sorprender en el proyecto de Ley. Entre las mermas que ha sufrido, destaca que las tiendas de mascotas podrán vender aves, tortugas, reptiles y otros animales excepto perros, gatos y hurones, mientras que el anteproyecto inicial les limitaba el negocio mucho más, ya que les prohibía comercializar cualquier ser vivo excepto los peces. La venta de perros, gatos y hurones solo podrá realizarse directamente desde la persona criadora registrada, “sin la intervención de intermediarios”.

Interior de una tienda de mascotas en Vigo.

Los comercios tendrán una zona “restringida” como un zoológico

Otra de las mermas importantes que se produce en la norma radica en que ya no se prohíbe la comercialización ni exposición al público de animales, excepto perros, gatos y hurones. No así, la venta online: “Se prohíbe la venta directa de cualquier tipo de animal de compañía a través de internet, portales web o aplicación telemática”. Por otra parte, se contempla que “las tiendas de animales deberán disponer de su autorización de núcleo zoológico correspondiente y respetarán las condiciones de espacio y alojamiento recogidas en la normativa sobre núcleos zoológicos” en lo que corresponde con su exhibición. “El establecimiento deberá disponer, al menos, de dos zonas separadas y diferenciadas: una zona de venta de productos –que no podrá tener animales en exposición, siendo esta la zona de libre acceso del público– y otra zona de residencia y exposición de animales: separada físicamente del resto del establecimiento y con acceso restringido al público, con el que sólo tendrán contacto directo bajo la supervisión directa del personal del mismo. También se regula –pero no se suprime– el uso de animales en romerías, eventos feriados, belenes, cabalgatas y procesiones; solo se excluye su utilización en atracciones mecánicas o carruseles.

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