Si en las casas de apuestas cotizase quien iba a ser el candidato del BNG a las próximas municipales en Pontevedra, la opción de Miguel Anxo Fernández Lores apenas reportaría beneficios al apostante. El propio alcalde había ido dejando pistas que apuntaban a que volvería optar a la reelección. Ayer, el propio regidor lo confirmó oficialmente, arropado por todo su grupo municipal y por la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, un partido que tiene en Pontevedra a esa aldea gala irreductible que le permite gobernar una de las siete grandes urbes de Galicia desde hace ya más de dos décadas.

Pese a que Lores era el candidato esperado (a la espera del trámite de su ratificación por parte de la asamblea del Bloque), su comparecencia, sí que dejó matices destacables. El regidor parecía querer dejar claro que esta decisión no era, ni mucho menos, una especie de último servicio del alcalde a su partido, o a un equipo al que la oposición critica que no haya logrado construir un sustituto a su altura, así como a la propia ciudad o a los vecinos de Pontevedra. Lores anunció que volverá optar a la reelección con la “ilusión” de aquel concejal del BNG que en 1999 accedió a la Alcaldía y para afrontar un proyecto de futuro.

De hecho, aseguró que tan solo pide “una única condición” a su partido para liderar la candidatura: “Que nos presentemos pensando en ejecutar un proyecto a 8-10 años vista, pues no sería capaz, me sentiría muy incómodo, con un proyecto a corto plazo”, dijo el regidor nacionalista.