Uno de los cambios que arrastró la pandemia, con el teletrabajo y la demanda de casas más aisladas, ya se deja sentir en datos demográficos. Un centenar de municipios pequeños o medianos –concretamente 99– ubicados sobre todo en el área metropolitana de las urbes gallegas o en enclaves costeros, han crecido con el ‘éxodo’ de habitantes desde que llegó el COVID-19 y su población se ha visto incrementada en un total de 11.000 habitantes. Eso, a pesar de que Galicia haya perdido residentes en 2021. Así lo confirma el último padrón oficial de habitantes que acaba de hacer público en Instituto Nacional de Estadística (INE) y que desvela una tendencia desigual: mientras que en la mayoría de las ciudades adelgaza el censo de habitantes, otros núcleos más pequeños lo engrosan desde 2019. De la subida de 11.707 habitantes en total en los municipios gallegos que crecen, hasta 10.932 residentes se han empadronado en concellos pequeños y medianos.
A priori parece una paradoja. La pandemia ha provocado un significativo aumento de la mortalidad y, por si fuera poco, ha acentuado la caída progresiva de la natalidad. Pero también dio origen a la búsqueda de espacios residenciales alternativos a las grandes ciudades; con más espacio exterior, terrazas, o directamente casas con finca. Este fenómeno provocó cierto flujo hacia poblaciones medianas, rurales, menos masificadas y donde el coste de la vivienda es significativamente menor, también en busca de “aislamiento”.
Hasta 35 concellos de los 61 de la provincia de Pontevedra han sumado población si se comparan los datos de 2019 con los de 2021 y, excluyendo del cómputo a la ciudad del Lérez y a Vilagarcía de Arousa, representan un crecimiento de 4.588 habitantes. A la cabeza de los que engordan su censo se encuentra Tui, con casi 700 habitantes más (697) en 2021 con respecto a 2019; y Gondomar, con 634. También O Porriño, que sumó 364. Siguiendo por Nigrán, Sanxenxo, Tomiño, Salvaterra de Miño, Cangas, Baiona, Silleda, Poio, O Rosal, Mos o Ribadumia, todos ellos ganan más de 100 residentes desde 2019.
En el lado negativo de la balanza, Vigo pierde 1.527 habitantes desde 2019, al tiempo que el coste de la vivienda sigue en un imparable in crescendo. Quizás solo ahí pueda encontrarse la explicación al hecho de que por vez primera en los últimos años, concellos como Caldas de Reis, Cerdedo-Cotobade, Vilaboa e incluso A Lama hayan registrado un repunte de sus respectivos censos.
Algo similar ocurre en A Coruña. La ciudad herculina pierde habitantes. Sin embargo, crecen 32 municipios que suman un total de hasta 5.000 habitantes más –excluyendo a Santiago–. Los concellos que más población ganan de la provincia son Oleiros, con 847; Arteixo, con 632 y Sada con 541. Además, Culleredo, Valdoviño, Ares, Miño y Ames se encuentran entre los municipios que han crecido en más de 200 residentes censados desde el inicio de la pandemia. Pero la tendencia queda patente también en municipios de poco más de mil habitantes. Corcubión, A Capela, Irixoa o Vilasantar.
Siguiendo por la provincia de Ourense, donde solo han crecido 21 municipios del total de 92; estos han sumado hasta 882 habitantes a su padrón. El concello que más crece es uno de los que rodea a la ciudad de As Burgas, Pereiro de Aguiar, con 195 residentes más; seguido de Allariz, con 126 y San Cibrao das Viñas, con 104, o Coles, con 75. Siguiendo la estela de otras, la ciudad de Ourense pierde desde 2019 unos 637 habitantes. Sin embargo, entre los municipios que más han crecido están Nogueira de Ramuín, Amoeiro, Vilamartín de Valdeorras o Vilamarín. También los más alejados de Chandrexa de Queixa, A Teixeira o Porqueira.
Y la provincia de Lugo que, en general, pierde mucha población, ha visto crecer desde 2019 un total de once de sus 68 municipios. Y entre esos concellos, suman 462 habitantes nuevos. Los que más población ganan son Foz, con 98 habitantes más, Xove, con 87 y Barreiros, con 67, seguido de Outeiro de Rei, con 65. También en este caso, la ciudad de Lugo pierde población. A ellas se suma Ferrol, que prosigue en cuesta abajo demográfica, con un 1,2% de reducción en el último año y para bajar ya de los 65.000 habitantes.
Los datos del INE se realizan con cada uno de los padrones municipales, tras subsanar lo que el Gobierno denomina “errores y duplicidades”. El censo actual se aprobó a finales de diciembre pasado, tras una revisión “referida al 1 de enero de 2021”, pero “con efectos desde el 31 de diciembre de 2021”, con lo que constituye las cifras oficiales de población para todo el presente año. Este dato determina, por ejemplo, el importe de las transferencias económicas del Estado. Por tanto, esta cifra oficial de población refleja la evolución demográfica durante el primer año de la pandemia.
“El número de licencias de viviendas unifamiliares creció más del 50% en el concello el último año”
El alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro, valora el incremento en casi 700 habitantes desde el inicio de la pandemia en el municipio, como una suma de varios factores. Derivado de la propia aparición del COVID-19, detalla el regidor, “está el hecho de que haya personas que huyan de las grandes urbes y se refugien en otras de tamaño medio como Tui”. “Lo estamos notando en el número de licencias de viviendas unifamiliares, que crecieron durante 2021 crecieron más del 50% con respecto al año anterior. Y aún más en la comparativa con 2019”, reconoce. Otro de los factores, según Cabaleiro, es que “el urbanismo en Tui llevaba parado y sin crecimiento desde la última crisis inmobiliaria y en los últimos años se notó un incremento de promoción de viviendas. “Desde 2019 dimos licencias a unas 7 promociones nuevas”, añade. “Desde el padrón municipal, además, se está haciendo un trabajo muy riguroso y detallado de actualización”, detalla como una razón –no menos importante– que explica ese crecimiento.
