La Xunta prevé no solo alcanzar el nivel económico previo a la pandemia durante el primer semestre de 2022, sino superarlo a partir de entonces. Esa es la hoja de ruta de las cuentas autonómicas para el año próximo, un proyecto presupuestario para encarar la recuperación de riqueza con niveles de crecimiento del 6% y un récord de recursos con 11.627 millones de euros. Aun así, el Ejecutivo autonómico, sustentado por la mayoría absoluta del PP, y la oposición no se pusieron de acuerdo en el trámite parlamentario de ayer que permitió tumbar las enmiendas de BNG y PSdeG al documento económico de 2022.

El consenso resultó imposible en una sesión marcada por las diferencias entre Xunta y oposición. La primera, a través del conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, defendió una política económica cimentada en la reducción de impuestos, de la que hizo bandera. Para BNG y PSdeG, esa reducción beneficia a las clases más pudientes, argumento que reforzaron la enmienda popular para anular la prevista subida de la carga impositiva a las rentas superiores a 100.000 euros al año.

“Ustedes no tienen modelo económico, no tienen idea de política fiscal, solo ideología y dogmatismo. Así no podemos llegar a ninguna parte”, espetó el conselleiro, informa Efe. Añadió dinamita a sus ataques a la oposición. “Los fondos y las deudas hay que pagarlas en euros, no en corticoles”, les dedicó a BNG y PSdeG.

Además, sostuvo que en el primer semestre de 2022 Galicia recuperará los niveles de riqueza previos a la pandemia y los superará tras el verano, con un crecimiento de alrededor del 6% este año y el siguiente, previsión no afectada de momento por el incremento de la inflación y del precio de la luz, que amenaza la evolución de toda la economía. “Este no es el momento de aumentar impuestos a los gallegos”, expuso Corgos en alusión precisamente a esta coyuntura. Alegó que dejar más recursos en manos de los ciudadanos permitirá mejorar el consumo y, por tanto, la recaudación fiscal indirecta.

La Xunta presumió de nuevo de rebajas fiscales, la tercera en ocho años (2014, 2016 y 2022). Corgos aseguró que cada contribuyente pagará de media 403 euros anuales menos de IRPF que en 2009.

El conselleiro de Facenda también se refirió a la inyección clave de fondos europeos, que el año próximo ascenderán a 507 millones procedentes del programa Next Generation. En tres años, recibirá algo más de 1.000.

En ese contexto, prevé un desempleo del 11,7% el año próximo.

Por su parte, la oposición censuró las cuentas autonómicas.

La líder del BNG, Ana Pontón, acusó a la Xunta de “hacer a Galicia más pequeña”, pues sus presupuestos son “inútiles para la recuperación”. “Los números hablan y dejan en evidencia que los presupuestos tienen mucho de propaganda y poco de realidad”, declaró Pontón, que denunció que se “recorta en Atención Primaria” y se beneficia a las rentas altas con la rebaja impositiva.

Por su parte, el portavoz parlamentario del PSdeG, Gonzalo Caballero, definió el proyecto presupuestaria como “derecha en estado puro”, en alusión especial a la retirada de la subida impositiva a rentas superiores a 100.000 euros. Esa medida obedece a una “alianza con los sectores más enriquecidos para olvidarse de la clase media”.

“Ustedes dicen que bajan los impuestos pero es importante decir que le van a bajar 12 euros a 800.000 gallegos que tienen un salario medio mientras que rebajarán 500 euros el pago del IRPF a aquellos gallegos, 38.000 que cobran más de 100.000 euros al año”, expuso.

La mayoría absoluta del PP también tumbó las enmiendas a la totalidad a la ley de medidas fiscales.