El verano ha paliado los efectos de la crisis causada por la pandemia sobre el sector turístico. El mes de julio se acercó a niveles preCOVID y Galicia lideró la recuperación de esta actividad antes de un mes de agosto que todo parece indicar que estará a niveles de 2019 como mínimo, con una ocupación que rondó el 85% y con zonas rozando el lleno, como las Rías Baixas. Para confirmar esta inyección de recursos en momentos tan delicados, los hoteleros confían en que la tendencia se mantenga durante el mes de septiembre. Sus previsiones apuntan a un nivel de ocupación media del 70%, al menos en Pontevedra, lo que permitiría afrontar el otoño en condiciones aceptables.
“Septiembre suele ser el segundo mejor mes del año, por encima de julio. Esperamos que en esta ocasión sea así de nuevo”, confía César Ballesteros, presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de Pontevedra (Feprohos) y de la Asociación Provincial de Empresarios de Hospedaje de Pontevedra (Asehospo).
El mes pasado resultó “mejor de lo esperado”, según apuntan desde el Clúster de Turismo de Galicia, gracias al turismo nacional y al buen tiempo registrado en la comunidad, a la que muchos turistas “emigraron” ante la ola de calor que achicharró la mayor parte de la península a mediados de agosto. “Se superaron las mejores expectativas, que situaban la ocupación en torno al 75%. Finalmente, en líneas generales se ha superado el 80% y en algunas zonas fue mayor del 90%”, señalan desde esa agrupación empresarial. Destacaron O Salnés, la Ribeira Sacra y la Costa da Morte.
Ahora toca consolidar los datos en septiembre, mes donde el perfil de clientes cambia, pues el turismo familiar se esfuma ante el inicio del cole. Reaparecen las escapadas de menos días, los viajes de parejas sin hijos y los congresos, aunque la pandemia condiciona el modo de visitar. “Esta nueva situación, en la que la toma de decisiones sobre el viaje se toma en el último momento, el comportamiento de septiembre tendrá mucho que ver con las previsiones de lluvia o de temperatura”, apuntan desde el Clúster de Turismo, aunque en el caso de Galicia el turismo cultural minimiza la dependencia del calor.
“Consideramos que en septiembre se mantendrá la tendencia de agosto, con buenas ocupaciones. Con respecto a las reservas, aunque van a buen ritmo, en este momento no representan un buen índice porque se producen en el último momento”, añaden.
Los hoteleros pontevedreses comparten ese punto de vista. “Nos fijamos en la demanda casi día a día y, por ejemplo, se modifican precios a una o dos semanas vista, no más”, expone Ballesteros, si bien matiza que no existen vaivenes tan acusados de precios como en puntos de turismo exclusivamente de playa.
Las reservas apuntan bien, pero “todavía hay dudas” debido al turismo de congresos. “En Vigo ya empezamos a tener clientes para la feria Conxemar, pero otros años a estas alturas ya estaba todo completo y ahora aún hay plazas”, avanza Ballesteros sobre un nicho de mercado clave para el sector una vez pasado agosto.
En contraposición con otros lugares más estacionales, en Galicia los hoteles no han variado precios. Es más, en algunos casos han repuntado entre un 2% y un 4%, según el Clúster, que ratifica la importancia del turismo nacional.
“Apenas ha habido turismo extranjero porque, normalmente, ese tipo de viajes se planifican con tiempo y este año se han descartado por la situación de incertidumbre sobre las medidas adoptadas en cada país por la pandemia”, inciden. “En cambio, en el mercado español caló el mensaje que se ha venido repitiendo en los últimos meses sobre las seguridades que ofrece Galicia como destino”, finalizan.