Vía libre a la acreditación de competencias profesionales por parte de los trabajadores. La Xunta reforma el sistema que permite a los gallegos con experiencia laboral obtener un título que certifique sus conocimientos. La idea es ampliar de forma importante el número de ciudadanos con certificado de profesionalidad. Para ello el proceso estará abierto de forma continua y no como hasta ahora cuando solo había una convocatoria anual. Además se elimina el límite de plazas y los profesionales podrán acreditar cualquier competencia incluida en los ciclos formativos que se impartan en la comunidad y no solo de aquellas unidades ofertadas por la Xunta.
Todos estos cambios se recogen en una nueva orden que está ultimando la Consellería de Educación y con la que dan cumplimiento a las directrices marcadas por el Gobierno, que busca agilizar la acreditación de competencias profesionales para llegar a más de tres millones de trabajadores.
La idea es mejorar la cualificación de la población activa con el fin de mejorar su empleabilidad y favorecer el aprendizaje a lo largo de la vida. El sistema de acreditación de competencias permite que, por ejemplo, un carpintero, un mecánico o un operario del naval puedan obtener un título que acredite su formación. Esto no solo le ayudará a buscar trabajo sino que será un incentivo para continuar su formación. La Consellería de Educación aclara que lo que se certifica son “unidades de competencia” que forman parte de los módulos de los ciclos formativos. “Es decir, no es una acreditación de un ciclo completo”, avisan. Sin embargo, el profesional puede ir sumando “unidades de competencia” hasta completar el ciclo de FP.
Tope de plazas
Aunque este sistema de acreditación profesional funciona desde 2011, estaba muy limitado: primero porque había una sola convocatoria anual y porque se fijaba un tope de plazas. Esto significa que se otorgaba el certificado a aquellos trabajadores con mejor puntuación, pero muchos otros quedaban fuera pese a cumplir los requisitos. En los últimos diez años once mil profesionales gallegos han obtenido un título que certifica sus conocimientos.
A partir de ahora ya no será así. “Será un proceso abierto en todo momento a los ciudadanos”, explica el departamento que dirige Román Rodríguez.
El proceso se iniciará con una primera etapa de asesoramiento donde un técnico realizará un informe orientativo del aspirante. A continuación, tendrá lugar la fase de evaluación. No será un examen sino que una comisión comprobará que el candidato tiene las competencias en las que está interesado en acreditarse. Para ello analizarán la documentación aportada por el candidato sobre su experiencia laboral y formativa, tanto actividades teóricas como prácticas.
En cuanto a los requisitos, se mantienen los mismos que se requerían hasta ahora. Los candidatos deberán acreditar un mínimo de 2.000 horas trabajadas en los 15 años previos a la solicitud. Solo para las unidades de competencia nivel I, aquellas que recogen un conjunto de actividades laborales relativamente sencillas, se pedirá al menos dos años de experiencia y un mínimo de 1.200 horas.
En España en la última década 300.000 trabajadores cuentan ya con una acreditación profesional. Y el objetivo del Gobierno es multiplicar esta cifra por diez y alcanzar los tres millones de trabajadores con certificado.
