En el arranque de 2019 ardieron más hectáreas en Galicia que en todo 2018. Solo hasta abril las llamas habían devorado más de 3.600 hectáreas en la comunidad frente a las poco más de 2.600 de todo el ejercicio anterior, el segundo año con menos impacto del fuego en los montes gallegos desde que hay datos. Y nada más comenzar la temporada de riesgo, en apenas 48 horas más de 900 hectáreas quedaron reducidas a cenizas. Con este balance, Galicia se mantiene marcada en rojo en los mapas de actividad incendiaria, con 302 fuegos, una cifra solo superada por Andalucía (394), de los casi 3.600 contabilizados en el conjunto del país.

Pero las llamas no solo suponen una amenaza para los bosques, sino que también ponen en jaque a aldeas que se ven cercadas por la voracidad de las llamas y tienen que ser evacuadas ante el riesgo de que todo lo que encuentren a su paso sea engullido: viviendas, establos, galpones, hórreos... Galicia concentró en 2019 siete de los 68 incendios que en España tuvieron consecuencias para la población o bienes no forestales, lo que la convierte en la tercera autonomía –con el mismo porcentaje que registró Canarias (10,29%)– con el índice más alto de este tipo de fuegos, según datos del anuario estadístico recién publicado por el Ministerio de Interior.

Andalucía fue el territorio que afrontó más incendios que supusieron una amenaza sobre las personas: un total de 16, seguida por Castilla-La Mancha (8). Tan solo Navarra y La Rioja, junto con la ciudad autónoma de Melilla se libraron de este tipo de fuegos virulentos.

Estos incendios con consecuencias para la población se concentraron en el periodo habitual de máximo riesgo de incendios: un total de 47 (el 70% del total) ocurrieron entre el 15 de junio y el 31 de octubre). Los 21 restantes se produjeron en abril y mayo. Al poco de comenzar el verano, algunos se vieron sorprendidos en plenas vacaciones por las llamas a escasos metros de sus casas. Julio fue el peor mes, con 19 incendios que pusieron en riesgo a la población en España. Agosto y septiembre tampoco dieron tregua con este tipo de fuegos, 12 y 11, respectivamente. En abril, otros diez incendios pusieron en alerta a aldeas por el avance voraz de las llamas, en mayo se registraron siete, seis en junio y tres en octubre.

La mayoría de estos incendios que pusieron en alerta a la población, casi el doble que en 2018 (38), fueron grandes fuegos, es decir superaron las 500 hectáreas.

Por cercanía de las llamas o por presencia de humo, durante el año 2019 fue necesaria la evacuación en un total de 53 que afectaron a más de 17.600 vecinos. En el caso de la comunidad gallega se requirió la salida de sus viviendas a un total de 112 personas por cuatro incendios. Aunque fue Andalucía la que registró el número mayor de evacuaciones por incendios próximos a aldeas (15), fue en Canarias donde fueron desalojados más vecinos por la amenaza de las llamas: casi 12.000 por siete incendios frente a las 4.055 personas que tuvieron que dejar sus casas en la comunidad andaluza.

A lo largo de 2019 se contabilizaron el en conjunto del país 3.593 incendios y 7.290 conatos, lo que supone un 52,3% del total de fuegos registrados el ejercicio anterior (un total de 7.143). Según detalla Interior, Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha lideran el repunte de siniestros de este tipo, un 108,5%, 94% y 92%, respectivamente. Las únicas comunidades que lograron reducir la actividad incendiaria fueron Valencia y Murcia.