Un hombre de 83 años, inspector de la Policía Nacional jubilado que se encontraba atrincherado armado en su vivienda del municipio coruñés de Oleiros desde la noche del viernes se entregó ayer finalmente a la Guardia Civil, después de haber disparado hacia varios agentes y herir superficialmente a uno de ellos en el cuello.

Un negociador “consiguió convencerlo” para que el hombre accediese a entregarse, según informaron fuentes policiales. Una vez dentro del vehículo de una patrulla de la Guardia Civil tras salir de su vivienda, situada en la Rúa Niños número 9 del citado municipio coruñés, fue trasladado a dependencias del cuerpo bajo arresto y con la intención de que pase a disposición judicial.

Una llamada para denunciar un caso de violencia de género marcó el inicio de este suceso. Esta se produjo el viernes por la noche, por lo que dos agentes de la Guardia Civil se personaron en la vivienda a las 21:50 horas para averiguar qué sucedía.

Nada más llamar al timbre, el hombre realizó un disparo contra la puerta y otro por la ventana con una escopeta. Este último fue el que dio lugar a una esquirla que impactó en el cuello de un agente, que fue evacuado a un centro médico, si bien la herida es superficial y “no hay ningún tipo de peligro” para este, de acuerdo a la información policial.

Aun así, la consecuencia podría haber sido fatal para el agente si la esquirla le hubiese impactado a unos centímetros de diferencia de su herida, pues habría puesto en serio peligro su vida, según especificaron fuentes oficiales.

Esta situación obligó a acordonar la zona en torno al domicilio, en un operativo que contó con el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana y que se prolongó hasta las 10:00 horas de ayer, cuando el negociador finalmente convenció al hombre de entregarse.

Los vecinos se mostraron sorprendidos por un despliegue policial que incluyó agentes armados para prever posibles nuevos disparos del hombre atrincherado.