Los Franco pedirán al juzgado posponer la entrega del pazo de Meirás al Estado, fijada inicialmente para el 10 de diciembre, y se opondrán a que se les impida sacar bienes, según ha confirmado a Europa Press uno de los abogados de la familia, el letrado Luis Felipe Utrera-Molina. En concreto, ha señalado que están preparando un escrito de oposición a las medidas cautelares dictadas por la titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña, el pasado 9 de noviembre, y por la que decretó la realización de un inventario que abarque todos los bienes, tanto exteriores como interiores, del inmueble.

La magistrada lo hizo tras estimar la petición del Estado con el fin de "preservar la integridad" del pazo antes de que se ejecutase provisionalmente la sentencia que condenó a los Franco a la devolución del mismo. Hasta que el documento no esté finalizado y la jueza lo autorice expresamente, la familia Franco no podrá "trasladar y/o retirar" ningún tipo de bien del recinto. Contra el auto no cabe recurso, según consta en el mismo, pero sí existe la posibilidad de presentar un escrito de oposición en el plazo de los 20 días siguientes a la notificación.

Argumentos de los Franco

"Lógicamente lo presentaremos", ha manifestado el letrado Utrera-Molina, quien rechaza que, a través de la ejecución provisional de la sentencia, se pueda plantear ahora la prohibición a la familia Franco de trasladar los bienes mientras no concluya el inventario, un proceso que comenzó el pasado miércoles. "Nadie ha discutido la titularidad de los bienes muebles", ha dicho sobre el juicio que se celebró en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña sobre la titularidad del pazo.

"Esos bienes son suyos", ha añadido en referencia a los Franco. Además, ha argumentando que si el Estado los quiere que emprendan "un nuevo pleito", rechazando que ahora porque "se le olvidó" --que figurasen en la demanda-- pueda impedirse cualquier traslado. Utrera-Molina ha cuestionado también la decisión judicial y ha expuesto que en casi 30 años de profesión no ha visto "nada parecido". Por ello, ha asegurado que presentarán un escrito de oposición, que están ultimando para que los Franco puedan retirar "pertenencias suyas".

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Así es el interior del Pazo de Meirás Faro de Vigo

"Hay vajillas, sábanas,... se necesita un plazo razonable para hacer una mudanza", añade también tras cuestionar que sea posible mantener el plazo del 10 de diciembre para la entrega del inmueble, a la que la familia del dictador no se ha opuesto, de manera "provisional", mientras no se resuelve su recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de A Coruña. "El 10 de diciembre se ha quedado en papel mojado", sentencia al demandar un "plazo razonable" para el traslado de bienes, algo que no podrán hacer hasta que lo autorice la jueza, que determinó dar un plazo de 20 días, con posibilidad de ampliar esta fecha, para que los técnicos realicen un informe sobre los bienes existentes.

Mientras, desde la Fundación Francisco Franco han confirmado a Europa Press que se mantienen las visitas en el inmueble. "Hoy están", señalan sobre las programadas para este viernes. Además, apuntan que la intención es seguir con ellas en los distintos horarios establecidos.

Isaac y Abraham no se mueven

La Xunta no ha autorizado a los herederos de Franco a trasladar las estatuas del Mestre Mateo que permanecen en el Pazo de Meirás, en base a las medidas cautelares determinadas por el juzgado coruñés mientras se realiza el inventario de la que fuera residencia de verano del dictador. Fuentes del Gobierno gallego informan de esta solicitud de la familia Franco que no puede ser atendida porque no se permite la retirada de bienes del pazo, ubicado en Sada, hasta que no finalice el inventario que realizan técnicos de Patrimonio y cuya duración estimada es de veinte días. "En tanto este inventario no se finalice y el juzgado no lo autorice expresamente los propietarios no pueden retirar o trasladar ningún tipo de bien de la finca", añaden las fuentes.

Las estatuas de Abraham e Isaac disfrutan de la máxima protección gracias a la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) aprobada por la Xunta el año pasado y esto supone deberes legales para los propietarios, entre ellas, la obligatoriedad de comunicar previamente cualquier posible traslado. En concreto, detalla la Xunta, la ley 5/2016 de 4 de mayo del Patrimonio Cultural de Galicia recoge que el traslado de bienes muebles declarados de interés cultural, como es el caso de ambas estatuas, "deberá ser autorizado por la Consellería competente en materia de patrimonio cultural y anotado en el Registro de Bienes de Interés Cultural".