Para abordar el debate sobre la reconstrucción económica, el II Foro La Toja ha contado con la participación del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y su homólogo luso, el presidente de la Confederación Empresarial de Portugal, Antonio Saraiva. Ambos han augurado despidos en sectores estratégicos como el turismo y, ante una pandemia que ha cambiado el propio modelo de crisis, reclaman respuestas diferentes para volver a la "normalidad".

"Una pandemia es la que provoca la crisis, muy diferente de lo que había hasta ahora: no es por un error de la economía, es por una enfermedad", ha reconocido en su primera intervención el presidente de la CEOE. Garamendi ha reflexionado primero sobre el camino andado hasta aquí en el que ha sido primordial "proteger a las personas y a las empresas". "El objetivo ha sido proteger a las empresas, se ha trabajado bien", ha asegurado en relación a los ERTE.

En el mismo sentido se ha pronunciado Antonio Saraiva, que ha reconocido la labor del Gobierno luso en un contexto económico en el que el 97% del tejido empresarial lo componen pequeñas y medianas empresas. "La pandemia nos ha dado de lleno y ahí ha estado el Estado portugués intentando corresponder a la necesidad del momento. Desde marzo el Gobierno ha estado lanzando medidas para acudir a esta situación porque de golpe se ha perdido facturación y clientes", ha explicado el presidente de la Confederación Empresarial de Portugal.

Sin embargo, considera que se ha hecho con retraso. "Estamos reaccionando con conceptos de modelos de crisis anteriores a una que es completamente nueva y que requiere una reacción más rápida". Ahí, ambos empresarios han situado el reto para hacer frente económicamente a la recesión del Covid-19. Y los dos miran a Europa.

En el caso de Portugal, Saraiva ha situado la apuesta en captar fondos que repercutan en directamente en las personas: "formación y recualificación". "Lo que hoy sabemos hacer muy bien, mañana lo vamos a perder", ha anticipado en relación a los puestos de trabajo que pueden perderse. "En crisis anteriores, las personas tenían perspectivas de emigrar o de cambiar de negocio, ahora no hay esa posibilidad. Estamos confinados en Portugal y eso nos coloca retos muy firmes". Los principales, "conseguir capacidad para mantener a las personas en sus puestos de trabajo" y que aumente la fusión y concentración empresarial para ganar peso.

En el caso de España, Garamendi ha señalado como retos la industrialización y la innovación. En la nueva normalidad, ha reflexionado, "tenemos oportunidades tremendas: la digitalización". Ahí, concuerda con Saraiva, "la formación es clave", y la apuesta debe ser clara en innovación. Junto esta necesidad que ha hecho evidente la pandemia, ha recordado otra materia pendiente: "tienen que volver los 85 millones de turistas, pero tenemos un déficit inmenso en la industria".

Como receta a la salida de la crisis, ha recomendado diálogo y consenso, reclamando "estabilidad institucional" y saliendo en defensa de la monarquía y la constitución. "Lo importante para volver a tener estabilidad es la normalidad institucional", ha asegurado.

Sobre democracia también ha hablado Saraiva, destacando la importancia de asegurar la igualdad social y los salarios dignos. "La desigualdad es madre de los populismos y extremismos, por lo que en concepto macro deberíamos trabajar bien las desigualdades sociales y los salarios".

Ambos empresarios han reflexionado sobre el diálogo social con los sindicatos, coincidiendo en que el mercado laboral ha cambiado con la globalización y que requiere adaptabilidad y avanzar en las relaciones trabajadores-empresas.

"No hay vocación de despidos, pero tenemos presente que vamos pasar momentos complicados, es una realidad, tendremos que sentarnos y llegar a acuerdos", ha concluido vaticinando el futuro de sectores más castigados por la crisis como el de las agencias de viajes.

Un desempleo que en la Confederación portuguesa ya subrayan. "El paro está subiendo, hemos pasado de un 6% a un 8,1", ha matizado Saraiva. "Los fondos comunitarios tienen que llegar pronto. Hasta julio la mitad de las empresas no van a sobrevivir, necesitamos una respuesta rápida y ágil".