Las corporaciones locales también se unieron ayer al frente autonómico liderado por la Xunta para demandar a Hacienda el pago de una parte del impuesto sobre el valor añadido retenido por Hacienda. "Falta por resolver el problema del SI-IVA, la cuota mensual de diciembre de 2017 que se escatimó a los ayuntamientos y diputaciones por razones contables [reforma el PP]", se quejó Caballero, que urge una fórmula para saldar esa deuda.

Esa parte del pastel impositivo supone 753 millones para las corporaciones locales y fue uno de los principales caballos de batalla de la Xunta del popular Alberto Núñez Feijóo contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez, al que exigía 700 millones: 198 del IVA, 170 de incentivos fiscales y 330 de las entregas a cuenta (las actualizaciones de su porción de la recaudación anual).

Caballero celebró que Hacienda vaya a abonar en diciembre las entregas a cuenta, pero también urgió la aprobación de la reforma legal del impuesto de plusvalía para que solo se pague si existe beneficio en una venta inmobiliaria y un nuevo sistema de financiación local que se negocie en paralelo al autonómico.

También se refirió a la investidura de Sánchez. "Si el PP se abstiene ahora, ya no tendríamos que depender de los separatistas", expuso a título personal y no como dirigente de la FEMP.