Casi 11.400 jóvenes con sus sueños académicos comenzaban ayer la prueba de la ABAU (Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade). La cuestión es saber cuántos puntos vale el sueño de cada uno y si la selectividad les permitirá lograrlo. Para la primera pregunta ya tenían respuesta ayer o, como poco, una pista: las notas de corte del año pasado, aunque el próximo pueden cambiar. La solución a la segunda se hará de rogar hasta el 21, cuando la CiUG publique las calificaciones provisionales. Pero, por ahora, y tras arrancar ayer con cuatro materias obligatorias, son muchos los que usan "fácil" o "bastante bien" para referirse a las pruebas de Lengua Castellana y Literatura o de Historia de España. Al menos, muchos tardaron en salir, un indicio positivo para algún docente.

La jornada discurrió con "normalidad", según la organización, con el respaldo de unas 800 personas, aunque la CiUG tuvo que recurrir al plan B, el examen de reserva de Lingua Galega e Literatura, porque en una comisión delegada dependiente de la Universidade de Vigo abrieron "antes de tiempo" la prueba por error. Pedro Armas, de la CiUG, señala que para eso está el examen de incidencias.

En general, los jóvenes llegaban ayer a las pruebas con nervios -alguno incluso se sintió mal-, aunque tras la toma de contacto con el primer examen se quedaban "aliviados". Como indicaba el compostelano Miguel Sixto, "los nervios del primer examen son lo más incómodo, luego va más rodado". Manuel Parada, de Ribeira, llamaba a la tranquilidad: "No vale la pena ponerse nervioso porque al final juega en tu contra", avisa.

Los estudiantes también acudían al día de las noticias: sabían que Galicia y otras comunidades reclaman solventar la "disparidad" que detectan entre territorios en la ABAU. Conocen el caso del examen supuestamente "más difícil" de Matemáticas de la Comunidad Valenciana o el supuestamente más fácil de Canarias y, en general, se declaran partidarios de igualar el nivel de exigencia y en algún caso ven bien una prueba única, tipo MIR, para todos.

Para Alejandra Sanlés, de Boiro, que acude a la selectividad para el futuro, porque por ahora se plantea estudiar Diseño de Moda en una escuela de arte y superior de diseño, la cuestión es que "al menos sea igual el nivel de exigencia". De otra forma, explica su amiga Alba Tubío, que aspira a cursar Maestro de Primaria en Santiago, es "injusto". Manuel García, de Arzúa, que espera hacerse un hueco en Periodismo, sugiere "unos parámetros mínimos, un nivel de exigencia": "Si se puede entrar en universidades de cualquier lugar, el nivel tiene que ser igual", alega. Sabela García, compostelana y aspirante al doble grado de Turismo y Empresariales, no cree que una selectividad "única" para todo el país sea "la solución más favorable", pero sí considera preciso "corregir" las "diferencias" entre comunidades.

Miguel Sixto plantea la posibilidad, dejando aparte Lingua Galega, de "igualar" las troncales: "Pienso que sería más justo". "Tener todos un examen único y partir todos de la misma base" es la propuesta que también defiende Sandra Vidal, de Bertamiráns, quien apunta que ya por tener un idioma más en Galicia hay que estudiar más. Pablo Castro, de Brión, interesado en Comunicación, vería bien algo tipo MIR: "Debería ser igual para todos y así ya no habría problemas", argumenta. Lo mismo razona Manuel Parada, futuro ingeniero de Diseño Industrial si sus planes salen bien y uno de los que avaló en su aula que el sobre de exámenes venía precintado: "Dicen que el examen de Matemáticas de la Comunidad Valenciana fue muy complicado. Si pusiesen un examen único, el mismo para todos, no habría estos problemas", señala. "Al final todos nos jugamos lo mismo, entrar en nuestras carreras y. lo quieras o no. es tu futuro y me parecería más justo", concluye, lo mismo que defiende Lara Segade, de Boiro, quien estudiaría, si fuese posible, Enfermería.

Rompía el hielo de la ABAU de este año el examen de Lengua Castellana con dos temas actuales: una opción incluía un artículo de Almudena Grandes sobre violencia machista y en la otra Antonio Muñoz Molina hablaba de corrección política y libertad de expresión. El primero venía acompañado por la narrativa hispanoamericana de la segunda mitad del siglo XX y el segundo, por las trayectorias poéticas de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez, en literatura. La parte de gramática no arredró a Alba ni a Alejandra, para quienes el alumno "lleva toda la vida estudiando gramática, es algo que tiene que saberse". Tampoco al resto, que lo definió como "fácil" y que salió "bien" parado de la prueba, aunque en diferentes grados, desde bastante a muy. Ya piensan en los que vendrán, como Lara, quien cree que "lo más difícil va a ser Biología, entra mucho temario". También ocurre lo mismo en Historia de España, como dice Sandra, para quien el "muy amplio temario" hacía que de entrada lo viesen "más complicado" ella y Pablo.

De hecho, esta vez entró desde la Prehistoria a "Aznar" y por eso estaba en el punto de mira de los docentes, quienes intentaron, sin éxito, que la CiUG diese marcha atrás. Con todo, José Antonio Pérez, profesor de la materia en Ribeira, lo vio "asequible" para sus alumnos, que pudieron escoger, como todos, entre una composición sobre el reinado de Fernando VII o sobre las grandes reformas de la II República.

Hubo más controles que nunca, incluso escaneos de frecuencia para evitar dispositivos electrónicos (que estaban exiliados de la prueba, tanto móviles como relojes, hasta analógicos), para evitar copias y fraudes, medidas que los jóvenes ven bien. "Me parecería injusto el estar semanas matándome a estudiar y que alguien copie y entre y tú no", señala Alba y suscriben Sandra o Lara.

Los jóvenes le han dedicado al examen mucho esfuerzo. Todo el curso y ahora. En las últimas semanas hablan de preparación "intensiva", "planes de estudio" y de no hacer otra cosa. Pero, como manifiesta Sabela, "si la preparación es dura, después los exámenes te salen bien".

Alba Tubío - Boiro

"Vería injusto que alguien que copiase entrase en una carrera y no quien estudió"

Alejandra Sanlés - Boiro

"Llevas toda la vida dando gramática; es algo que tiene que saberse"

Miguel Sixto - Santiago

"Los nervios del primer examen son lo más incómodo; luego va más rodado"

Lara Segade - Boiro

"Lo más difícil va a ser Biología, entra mucho temario, en Historia también"

Sandra Vidal - Bertamiráns

"El examen de Historia tiene un temario amplio y de entrada se veía complicado"

Pablo Castro - Brión

"La prueba de la ABAU debería ser igual para todos y así no habría problema"

Manuel Parada - Ribeira

"No merece la pena ponerse nervioso porque al final juega en tu contra"

Sabela García - Santiago

"Si es dura la preparación, después los exámenes te salen bien"

Manuel García - Arzúa

"Si se puede entrar en campus de todos los sitios, el nivel debería ser igual"