La Consellería de Educación analiza medidas orientadas al "balanceo" y la equidad de las pruebas de selectividad entre comunidades. Este análisis desembocará en un plan que se presentará a los nuevos responsables de Educación y de Universidades del Gobierno central para intentar llegar a un acuerdo sobre estos exámenes y atajar la diferencias de dificultad entre materias y comunidades a las que apuntan informes. Así lo señaló ayer la conselleira de Educación, Carmen Pomar, quien defendió que "no es de recibo que estudiantes gallegos y de otras comunidades tengan menos oportunidades de tener una mayor nota".

Pomar dijo que solicitará un encuentro con el Gobierno central, posiblemente ya en el nuevo curso. La Xunta busca "liderar" estas medidas. Ya había pedido un sistema de acceso que garantizase el mismo nivel de exigencia e igualdad de oportunidades. Estas medidas podrán desembocar "en una prueba única o no", matizó Pomar, ya que se pretende solventar la "disparidad" de dificultad entre distintos territorios. En todo caso, indicó que convocaría primero a los rectores gallegos.

Estos, reunidos ayer en el Consello Galego de Universidades, defendieron una mejora del modelo actual, pero tras un "diagnóstico real" y un análisis con calma que permita concluir si "hay o no desigualdad". De ser así, se trataría, dijeron, de aplicar medidas correctoras que garanticen la "igualdad de oportunidades", como indicaron Antonio Reigosa, rector de Vigo, y Antonio López, de Santiago, o la "equidad", como indicó el coruñés, Julio Abalde.