Las municipales de mañana constituyen el test de resistencia para las mareas que irrumpieron hace cuatro años como muestra de la "unidad popular" que derivó en el proyecto autonómico En Marea, roto de facto tras meses de guerras internas. Esta división marca esta cita, en la que este espacio político se juega sus tres símbolos: las alcaldías de A Coruña (Marea Atlántica), Santiago (Compostela Aberta) y Ferrol (Ferrol en Común).

El cierre de campaña ilustró la dispersión de la izquierda rupturista, que se enfrenta en las urnas en 14 concellos -incluidos Ferrol, Lugo, Pontevedra y Ourense- con listas afines a En Marea, por un lado, y a Podemos, Anova y Esquerda Unida, por otro.

El líder de En Marea, Luís Villares, puso punto y final a la campaña en la ciudad de As Burgas, donde reivindicó a las mareas como "los únicos espacios políticos que pusieron sobre la mesa las propuestas progresistas que ni el PSOE ni el BNG se atrevieron a formular". Lo hizo en apoyo de Ourense Mellor, rival de Ourense en Común.

Pese a esa división, Villares confía en que el 26-M permita "consolidar" la presencia de En Marea" en el ámbito local mediante las candidaturas a las que sirve de paraguas.

En A Coruña, el fin de campaña de la Marea Atlántica estuvo marcado por la comparecencia de la edil de Participación e Innovación Democrática, Claudia Delso, ante el juez, que la citó como investigada por una presunta adjudicación irregular de la gestión de la antigua cárcel denunciada por el PP. El alcalde, Xulio Ferreiro, dedicó la jornada a varias visitas a los barrios de la ciudad y se mostró confiado en ser la opción más votada. Recibió el apoyo del líder de Podemos en Galicia, Antón Gómez-Reino.

Por su parte, el regidor de Santiago, Martiño Noriega, comparte objetivo con Ferreiro, si bien reconoció que el resultado será "ajustado" y se "decidirá en la foto finish". A su acto final de campaña no acudió el fundador de Anova y padrino político del regidor, Xosé Manuel Beiras, que arropó a sus candidatos en As Pontes y Val do Dubra.

Finalmente, Jorge Suárez, alcalde Ferrol, fijó como meta "tener un voto más" que el resto de partidos tras un mandato de "desgaste", durante el que rompió su bipartito con el PSdeG y sufrió varias escisiones internas.