Dice Francisco Millán Mon (Pontevedra, 1955) que no tiene "una bola de cristal": ni para predecir, por ejemplo, los efectos del Brexit, ni tampoco para fabular los resultados de las europeas, en las que su partido, el PP, quiere recuperarse de la catarsis del 28-A. Él, encuadrado siempre en el marianismo, tiene asiento prácticamente asegurado en Bruselas. Será su cuarta legislatura en una Eurocámara donde recuerda que para defender a Galicia vale más el músculo de los grandes partidos que los aciertos puntuales de los "solistas".

-La amenaza de recorte de fondos, la inclusión in extremis del noroeste en el Corredor sin salida sur, las incertidumbres del Brexit en pesca... Visto así, parece que en Bruselas hay más cal que arena para Galicia.

-Hay muchas cosas Hay que ver también que estamos dando batallas. En el marco financiero plurianual luchamos y en el Parlamento nos hemos posicionado bien para evitar recortes para la economía gallega. Sería una paradoja muy triste que Galicia, después de haber bajado de categoría por efecto de la crisis, también bajáramos en fondos.

-Dijo el pasado 7 de febrero: "No podemos debilitar la política de cohesión para dar pretextos a quienes quieren atacar la UE". Esa es otra paradoja.

-El problema es que estamos manejando porcentajes que ya son bajos. La Comisión propone el 1,1% del PIB y el Parlamento quiere el 1,3%. Tenemos un ascenso de fuerzas populistas y antieuropeas a las que no hay que dar argumentos para decir que esta es una Europa que hace recortes.

-Aprovechando el vacío que deja Gran Bretaña en pesca, o cuotas, ¿es una de esas oportunidades históricas que Galicia debe aprovechar?

-Vamos a ver cómo se reparten las cartas. En pesca hay muchas amenazas. Para mí lo primordial es buscar un acuerdo futuro para que podamos seguir teniendo acceso a aguas. Una de las frases del sector británico era era: "Devolvednos nuestras aguas". Tenemos que conseguir que esa amenaza no se cumpla.

-¿Fue tardía la presión que se hizo para incluir el noroeste dentro del Corredor, y por ello quedó fuera la salida Sur?

-Creo que no. Lo que sucede es que la llamada salida Sur, con su variante de Bouzas, es que no era red básica, era red global. Yo hablé con el ponente, Marian Marinescu, del PPE, y me dijo que conceptualmente no puedes meter en el Corredor más que aquello que está en la red básica. Esto también es un tema de voluntad política. El señor Sánchez y el señor Costa se tienen que poner las pilas, por la vía de la cooperación transfronteriza.

-Cuando termine esta legislatura llevará 20 años en Bruselas. Llama la atención en una época en la que la veteranía en política cotiza a la baja.

-Lo ideal es estar en el término medio. El Parlamento es un mundo muy complejo. En este caso la veteranía no es algo malo: tiene la ventaja de que tienen referencias de ti, hay diputados que conoces y hacen más fácil el trabajo.

-La semana pasada Ana Miranda decía que su escaño era de país, ¿el suyo no?

-Sí, sí, claro. Yo defiendo allí los intereses de Galicia y de España, claro que es del país, ¿de qué a a iba ser?

-Sonó a crítica contra diputados de grandes partidos que olvidan los intereses de Galicia.

-No me olvido nunca de los intereses de Galicia porque me levanto y me acuesto con ellos. Soy un diputado que tengo muchos diputados gallegos conmigo. ¿Cuáles son? Todos los de la lista del PP. El Parlamento no es de solistas, es de grupos. Los diputados solos pueden tener su impacto mediático pero no tienen la efectividad que tenemos los grandes grupos.