El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, mostró su preocupación por el efecto del fuerte viento que sopla en Galicia sobre los incendios que afectan a Rianxo, donde ardieron 850 hectáreas. Pese a que el Ejecutivo apuntó como principal hipótesis de su causa un chispazo eléctrico de una torreta, su máximo responsable aseguró que la mayor parte de los 39 fuegos detectados ayer fueron intencionados.

"Tenemos el compromiso de seguir trabajando de día y de noche ante esta ola de fuegos, como viene siendo habitual y con carácter general, intencionados", sostuvo Feijóo esta mañana en el Parlamento en su cara a cara con la líder del BNG, Ana Pontón.

Expuso su deseo de que "el viento del nordeste amaine, aunque lamentablemente no va a ser así ni hoy ni mañana". También destacó la aportación de la administración estatal a un dispositivo de extinción que sumó ayer 2.962 personas, seis medios aéreos y 265 motobombas.

"Quiero agradecer al Ministerio de Agricultura y al Gobierno de España su determinación y ayuda y, por supuesto, a los vecinos afectados, nuestro compromiso de seguir trabajando", dijo.

La dirigente nacionalista, Ana Pontón, culpó a la política forestal de la Xunta de Feijóo, que accedió a la Presidencia en 2009, por primar los intereses de Ence, favoreciendo la plantación de especies pirrófitas como el eucalipto.

"Esta ola de incendios es un aviso del grave problema que crea su política forestal al servicio de Ence, que convierte Galicia en un polvorín. Su política forestal pirómana crea el mayor problema de este país", acusó Pontón a Feijóo.