Ante la proliferación de determinadas poblaciones cinegéticas, como la del jabalí, la Xunta ha decidido fomentar la comercialización de carne de caza, no solo para ejecer una presión de control sobre estas especies sino también para disminuir los daños y conflictos que generan de cara a la agricultura, la ganadería o la seguridad viaria. Así, el Gobierno gallego permitirá a los cazadores la venta directa de sus piezas de caza mayor a restaurantes o particulares, eso sí, bajo un estricto control sanitario.

Hasta ahora la legislación solo autorizaba a los cazadores a destinar las piezas que se cobraban a consumo propio o bien llevarlas a una sala de tratamiento, una especie de mataderos, para su posterior comercialización.

En el primer caso, si eran para consumo propio, la Xunta recomendaba a los cazadores que le practicasen controles a la carne, pero no era obligatorio. Si los llevaban a salas de tratamiento, allí ya se comprobaba la idoneidad de la carne.

Sin embargo, el Gobierno gallego permitirá ahora a los cazadores la venta directa de sus piezas de caza a particulares y restaurantes y regula a través de un decreto las garantías que deberá cumplir esta carne.

El principal riesgo es que tenga triquinosis, de manera que se fijan controles para evitar la transmisión de esta enfermedad.

Una vez muerto el animal se procederá a la extración cuanto antes del estómago e intestinos. El resto de vísceras deberán acompañar a la pieza abatida hasta su destino. Los veterinarios de la Xunta pasarán un primer control en el lugar en el que hayan sido abatidas las piezas y se les colocarán unos precintos identificativos.

Su transporte debe realizarse dentro de las 12 horas posteriores a la muerte del animal. Si se tarda más, el traslado de la pieza deberá hacerse en un vehículo refrigerado.

La pieza deberá llevarse luego a un lugar intermedio de faenado de caza silvestre o una sala de tratamiento, donde el servicio veterinario realizará los exámenes post morten y emitirá su dictamen sanitario. Los canales de carne llevarán siempre su precinto identificativo.