Las mamás, o sus apellidos, van primero en casos contados. Solo en 464 nacimientos registrados en Galicia durante 2017 y 2018, apenas uno de cada cien, los progenitores gallegos eligieron la opción de anteponer el apellido de la madre al inscribir a su hijo. Y eso a pesar de que a mediados de 2017 la legislación dio un paso de gigante para fomentar la "igualdad" al prescindir "de la histórica prevalencia del apellido paterno frente al materno permitiendo que ambos progenitores sean los que decidan el orden de los apellidos", como proclama la normativa.

Esta parte de la reforma del Registro Civil de 2011 entró en vigor el 30 de junio de 2017 y simplificaba lo que ya existía desde 1999. Desde ese año ya se podía inscribir a un recién nacido con el apellido de su progenitora en primera posición, pero los padres tenían que hacer más papeleos, como enviar una solicitud al juez encargado del Registro Civil y una declaración de mutuo acuerdo sobre el cambio en el orden. Lo que pasaba es que en caso de no haber consenso, se daba prioridad por defecto al apellido del varón.

Tras la reforma, en cambio, si no se alcanza ese acuerdo, quien decide es el encargado del Registro Civil teniendo como referencia el "interés superior del menor". La modificación entró en vigor el 30 de junio de 2017 tras varios años de gestación. La normativa, auspiciada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, llegó bajo la premisa de promover la "igualdad", pero, en la práctica, y a juzgar por los datos, no ha dado un giro radical a la tradición, que hace que se imponga por inmensa mayoría la herencia de los ancestros paternos. Porque, en el caso de Galicia, solo en uno de cada cien nacimientos notificados durante el pasado año, el primer ejercicio completo desde la entrada en vigor de la normativa, el primer apellido del bebé es también el de su mamá.

Con todo, Galicia sería de las que destaca en valorar su filiación femenina. Porque mientras su población supone un 5,8 por ciento de la del país y sus nacimientos un 4,7% del total, los bebés cuyos padres han elegido anteponer el apellido materno durante los dos últimos años suponen el 9,5% de todos los que le constan para España al Ministerio de Justicia. Desde el departamento dirigido por Dolores Delgado indican que en todo el país 4.878 bebés han sido nombrados priorizando el apellido de la madre durante los dos últimos años y supondrían menos de un 0,5% de todos los nacidos el pasado año.

Lo que muestra también la estadística recopilada por el Registro Civil y trasladada por Justicia es que la tendencia no solo no despunta, sino que no parece ir a más. Porque, en el caso de Galicia, durante 2017 los padres se decidieron por la posibilidad de anteponer el patronímico de la madre en 258 casos. Sin embargo, con los datos de 2018 sobre la mesa, el primero completo con la normativa nueva ya instaurada, se confirma que el impulso ha cedido, al registrarse 206 casos.

Que la decisión de primar a la madre no guarda una relación directamente proporcional con la población se confirma en el seno de la comunidad: Justicia señala que el año pasado fueron Pontevedra y Lugo (con 55 casos cada una) donde las decisiones ante el Registro Civil priorizaron más a las mamás, mientras que Ourense registró 49 casos y en A Coruña fueron únicamente 47. En porcentaje, la provincia donde más éxito tienen la iniciativa de anteponer el apellido de la madre sería Ourense (con el 2,7% de los nacimientos), seguida de Lugo (el 2,3%), Pontevedra (0,8%) y A Coruña (0,56%).

Al margen de los últimos datos, con arreglo a la normativa anterior y según datos facilitados en 2017 por el Ministerio de Justicia, más de 23.000 niños en todo el país habían heredado ya a la altura de ese año el apellido de su madre en la posición de ventaja.