El centro-derecha se fracciona electoralmente y el PP ha lanzado mensajes a favor de una integración en su seno de Ciudadanos y Vox, formación que se ha situado en el foco mediático tras actos en los que superó las expectativas de público y con mensajes de contenido xenófobo. Sin embargo, uno de los referentes de los populares, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aboga por no acercarse a los postulados radicales y mantener lo que él considera seña de identidad de su organización para recuperar terreno en las elecciones andaluzas del 2 de diciembre y en las europeas, municipales y autonómicas -salvo en Galicia, Euskadi y Cataluña- del próximo mes de mayo. Reivindica la "moderación y la centralidad".

"En esta casa común del reformismo, la centralidad, la moderación y la tolerancia, hemos encontrado gente entregada, valores democráticos incuestionables y una idea de lo español ambiciosa y amplia", expuso ayer Feijóo en Madrid en un desayuno informativo en el que presentó al candidato de su partido a la Presidencia de Andalucía, Juan Manuel Moreno. "No podemos permitir que nos arrebaten la memoria, ni aquellos que encontraron en las siglas una cortada para fines personales ni los que pretenden desterrar las ideas nobles que el PP representa", añadió en un acto al que acudió el líder de la organización, Pablo Casado, autor de la oferta de integración a Ciudadanos y Vox.

La campaña andaluza se abre el viernes y Feijóo propuso no solo lo que considera guías para alcanzar un comunidad que nunca ha gobernado el PP. El PP y Moreno, expuso, representan las "reformas y el cambio en Andalucía" frente al PSOE de Susana Díaz, al que acusó de dar "patente de corso" a la corrupción, en alusión al caso sobre los fondos para ERE's defraudados, supuestamente, por cargos socialistas.

En ese mensaje, contrapuso esa actitud con el PP, del que defendió su lucha contra esas prácticas, a pesar de los escándalos judiciales que han salpicado al partido y de la sentencia del caso Gürtel, que sostiene la existencia de una caja B en sus finanzas.

Feijóo aseguró que "los corruptos y deshonestos, al igual que los piratas, no tienen bandera o, si se quiere, navegan bajo la misma bandera negra". "Hay partidos que otorgan una patente de corso y otros que se esfuerzan en combatir la piratería", diferenció entre PSOE y PP.

El dirigente gallego defendió el "cambio tranquilo" que supone su partido en Andalucía como oferta para el resto de una España "sumida en otra crisis política profunda" que definió como el "desafío de la fragmentación". "Padecemos políticas que huyen de lo real e inventan problemas irreales que son solamente manzanas de la discordia. De la misma manera que Proust iba en busca del tiempo perdido, algunos se proponen ir en busca de la discordia superada", añadió.

Además, ensalzó a Moreno por no resignarse a que Andalucía se convierta en una "pertenencia" del PSOE, que ha gobernado desde la Transición. En el caso de Galicia, el PP lo ha hecho salvo en una legislatura y media.

Feijóo, que en verano renunció a optar a la sucesión de Mariano Rajoy al frente del PP estatal, pese a las peticiones expresas de barones y militantes del partido, fue definido como un referente por Moreno, que además consideró las mayorías absolutas como la suya -única autonómica- un hecho "en vías de extinción" ante la fragmentación política. De hecho, alertó de que el voto "de buena fe" a Vox en Andalucía podría favorecer que el PSOE siga en el poder debido al sistema electoral.