Ocho de cada diez municipios gallegos presenta un saldo migratorio desfavorable. La población se traslada a los concellos periféricos de las grandes ciudades, como ocurre en Vigo, Ourense, Santiago, A Coruña o Ferrol. En el caso de Pontevedra y Lugo siguen atrayendo población al núcleo urbano. También se producen movimientos a cabeceras de comarca como Vilagarcía, Ponteareas, Lalín, Verín, Xinzo, Caldas, Carballo, Ordes, Sarria, O Carballiño o Monforte. El informe indica que las zonas poco pobladas ocupan el 82% del territorio pero solo concentran el 27% de la población. Son 4/5 del territorio pero en esa extensión solo vive 1/4 de los habitantes. En dichas áreas la densidad media es de 30,9 habitantes por kilómetro cuadrado, en contraste con los 225 habitantes por kilómetro cuadrado en los ayuntamientos periurbanos y las cabeceras de comarca y los 991,1 que se alcanza en las siete principales ciudades.