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La sangría demográfica se agrava

La natalidad se desploma en Galicia a mínimos históricos con solo 18.312 partos en 2017

El porcentaje de partos de mujeres de más de 40 años se triplica en la última década - La comunidad lleva 25 años perdiendo población porque mueren más personas de las que nacen

La natalidad se desploma en Galicia a mínimos históricos con solo 18.312 partos en 2017

Ni los comisionados demográficos, ni los observatorios ni las alianzas entre gobiernos contra el envejecimiento poblacional, ni los paquetes de medidas para fomentar la natalidad han conseguido, de momento, frenar la caída libre que sufre el número de nacimientos en Galicia. No se atisban signos de mejoría, más bien, al contrario, la situación se agrava. En 2017 nacieron 18.312 niños, es la cifra más baja desde que existen registros históricos. De hecho, los alumbramientos en la comunidad autónoma son ahora menos de la mitad de los que había en 1975. Y el problema es que por cada 50 partos que se registran al día en Galicia, se mueren unas 86 personas. El pasado año hubo 31.676 defunciones. Con estas cifras el saldo vegativo es negativo: es decir, fallecen 13.364 gallegos más de los que nacen. Hace ya más de 25 años que Galicia no tiene un balance positivo.

Lejos quedan los casi 44.000 nacimientos anuales que había a finales de los años setenta. La natalidad fue cayendo en picado hasta tocar fondo en 1998 con 18.538 alumbramientos. A partir de ese año hubo una ligera recuperación, pero en la última década las cifras están de nuevo a la baja. Y 2017 se ha convertido ya en el peor año desde que hay estadísticas, tras registrar un 3,9 por ciento menos de partos que en 2016.

La baja natalidad está acompañada de un progresivo incremento en la edad de las madres. El pasado año, casi el 80 por ciento de los nacimientos fueron de mujeres de más de 30 años, cuando hace una década representaban solo el 67 por ciento. Pero casi el 12 por ciento de los alumbramientos son ya de madres que superan los 40 años, casi tres veces más que en 2007.

Los nacimientos se concentran además en la franja atlántica. Ocho de cada diez partos se registran en las provincias de A Coruña y Pontevedra.

Sin embargo, en cuanto a la evolución del número de nacimientos ambas provincias se sitúan en los extremos. Mientras Pontevedra es la única en la que se mantienen los alumbramientos, con un ligero crecimiento del 0,5 por ciento (hasta los 6.876), A Coruña fue la provincia que sufrió una mayor caída de la natalidad el pasado año, con un 7,79 por ciento (7.689 niños). En Ourense hubo solo 1.683 partos (un 5,5 por ciento menos) y en Lugo nacieron 2.064 bebés (un descenso del 1,76 por ciento).

Por ciudades, solo dos se salvan del desplome en la natalidad: Lugo, que elevó a 830 la cifra de partos en 2017 (11 más) y Vigo, donde nacieron 2.169 niños frente a los 2.150 del año anterior. Por el contrario, Santiago es la ciudad con mayor reducción en los alumbramientos (108 menos en un año hasta situarse en 794). En A Coruña se registraron 1.781 nacimientos, en Ferrol 376, en Ourense 734 y en Pontevedra 617.

También hay menos matrimonios (un 5,5 por ciento menos). En 2017 se casaron 8.855 parejas, 144 del mismo sexo. El 45 por ciento de los nacimientos son de madres que no están casadas, cuando hace una década solo el 39 por ciento de los alumbramientos era de mujeres solteras.

En cuanto a las defunciones, la cifra baja ligeramente respecto a 2016 pero se mantiene en niveles elevados, vinculado con el gran envejecimiento de la población, que se acentúa por el hecho de que cada vez los gallegos viven más años. Y la prueba es que los fallecimientos se producen ahora a edades más tardías. La mitad de las personas que murieron en 2017 tenían 85 o más años.

Con 31.676 defunciones y solo 18.312 nacimientos, el resultado es que Galicia pierde población. Si en 2016 el saldo negativo era de 12.521 personas, el pasado año se agravó con 13.364 habitantes menos.

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