Solo tres meses lleva en funcionamiento el nuevo Tribunal Administrativo de Contratación Pública de Galicia, un organismo independiente encargado de resolver en el ámbito autonómico los recursos de empresas disconformes con adjudicaciones públicas, y ya son dos los varapalos que ha recibido el Sergas por irregularidades en sus contratos. Por un lado, ha anulado el concurso para prestar el servicio de terapias respiratorias domiciliarias a pacientes de Santiago, Vigo y Pontevedra, que fue licitado por 16,6 millones de euros y adjudicado con una rebaja del 20 por ciento. El tribunal señala que las valoraciones de las distintas ofertas presentadas no se ajustaron a lo especificado en los pliegos de condiciones. Por otra parte, también ha tumbado la contratación del servicio de rayos X por casi 665.000 euros debido a que el servicio de la empresa que resultó finalmente adjudicataria no se ajusta a lo que se requería en el documento de prescripciones técnicas. Ahora, la Consellería de Sanidade tendrá que volver a sacar a concurso el suministro de estas prestaciones y deberá hacerlo ya bajo las condiciones de la nueva Ley de Contratos del Sector Público.

La adjudicación de mayor volumen económico es la que afecta a la prestación de las terapias respiratorias a domicilio. Se trata de tratamientos dirigidos a pacientes con enfermedades respiratorias crónicas. Aunque no hay un registro de beneficiarios de estas técnicas, en 2012, según el Consello de Contas, se superaban ya los 27.000 tratamientos domiciliarios.

El Sergas sacó a concurso este servicio a mediados del pasado año por 35,2 millones de euros repartidos en siete lotes, uno por cada área sanitaria.

El Tribunal Administrativo de Contratación anuló los lotes 3, 6 y 7, correspondientes a las áreas de Santiago, Vigo y Pontevedra, y los únicos en los que se recibieron ofertas de más de una empresa.

Estos contratos se adjudicaron por 13,3 millones de euros a Esteve Teijin Healthcare, que presentó la oferta económica más baja. Sin embargo, una de las empresas que quedó fuera recurrió la adjudicación y el Tribunal Administrativo de Contratación de Galicia le acaba de dar la razón.

Este órgano concluye que al evaluar las ofertas se introdujeron subcriterios que no habían sido fijados previamente en los pliegos de condiciones, que son los que sirven de marco de actuación entre los licitadores para que se produzca una "sana" competencia entre los mismos.

El Sergas deberá repetir ahora el concurso y no da plazos para resolver la adjudicación. En todo caso, garantiza que los pacientes seguirán recibiendo terapias respiratorias puesto que la empresa que presta ahora mismo este servicio continuará haciéndolo hasta que se resuelva el nuevo contrato.

El otro concurso que ha tumbado el Tribunal de Contratación ha sido el que afecta a la contratación de salas de rayos X para los hospitales gallegos por 689.000 euros y que fue adjudicado a Fujifilm Europe por 665.000 euros. Una de las empresas que quedó fuera presentó concurso al considerar que la firma que resultó finalmente adjudicataria ofrece un servicio de radiografía digital cuando en los pliegos se solicitaba que fuera analógico. El Sergas argumentó al tribunal que se trataba de una exigencia de mínimos, pero esto no convenció al organismo independiente que terminó por anular el contrato. "El carácter de mínimos no ampara una modificación del objeto contractual hacia un producto que sobrepasa esa referencia para encuadrarse en lo que sería un producto diferente", argumentó el tribunal.