En solo trece años, encontrarse con un adolescente en cualquier concello de Terra de Caldelas será tarea prácticamente imposible. Las estimaciones de población del Instituto Galego de Estadística avanzan que por cada 10 menores de 20 años, 157 personas serán mayores de 64 allí.

La crisis demográfica lleva más de una década vaciando Galicia, pero el panorama en el futuro es mucho peor. En 2031, por cada menor de veinte años habrá 2,3 jubilados, cuando en la actualidad la proporición es 1,5 jubilados por gallego con menos de 20 años.

El envejecimiento de la comunidad se disparará hasta 2031, pues entre 2002 y 2016, se pasó de 119,9 jubilados por cada 100 menores de 20 años a una proporción de 153,7 por cada 100, y de aquí a 2031 pasaremos de 153,7 por cada 100 a 232,7 por cada 100.

Más del 33% de los gallegos serán jubilados en 2031 frente al 24,3% de la actualidad. El progresivo envejecimiento de la población deja desequilibrios en todas las comarcas de Ourense y Lugo. Los peores índices estarán en el sur de la provincia ourensana, con más de 500 mayores de 64 años por cada 100 menores de veinte.

Galicia tendrá más mayores y con más esperanza de vida. Si en 2015, la esperanza de vida era de 82,6 años, en 2030 será de 85,3 años. La edad media de los gallegos ahora es 46,5 años y en 12 años se elevará hasta los 51 años.

La población gallega perderá 230.722 habitantes entre 2016 y 2031, poco menos de los habitantes censados hoy en toda la ciudad de A Coruña. La bajada supone un 8,5%, que es aún mayor en las provincias de Ourense y Lugo, donde la disminución será del 12,6% y un 11,3%, respectivamente. Esta es la pérdida de población más probable, pero el IGE dibuja tres escenarios posibles, y en los tres Galicia no logra recuperar su censo, sólo atenuar el descenso porque aumenta la natalidad y crece la llegada de inmigrantes.

El IGE señala que, como consecuencia de la pérdida de personas, habrá 30.000 hogares menos, lo que implica un descenso relativo del 2,7% hasta 2031. La tipología más habitual en Galicia será la compuesta por una pareja con hijos, aunque el mayor incremento se experimentará en los hogares formados por una pareja sin descendientes, que crecerán un 2,3%.

La fotografía demográfica en Galicia deja una pirámide de población similar a la de países como Japón, donde las zonas correspondientes a los más jóvenes se estrechan y la de los ancianos son cada vez más anchas.

Los registros de defunción en la comunidad muestran 31.473 defunciones en 2016. Un tercio de los hombres fallecidos no llegaba a los 75 años, mientras que el 65,5% del total de muertos menores de 45 años eran de este sexo.

Las mujeres fallecen más tarde: solo el 15,6% lo hicieron antes de cumplir los 75 años y un 60% lo hicieron después de alcanzar los 85.