Las prisas comienzan a brotar en el seno de la gestora del PSdeG, alineada con Pedro Sánchez, y en el resto de sanchistas de la comunidad. La dirección provisional aspira a que el congreso autonómico que permita dotar al partido de nuevo secretario xeral y ejecutiva se adelante a julio, en lugar de que tenga lugar en septiembre, como preveía la gestora estatal. La presidenta del órgano gallego, Pilar Cancela, ya pidió el lunes que esa cita se celebre "cuanto antes", postura que avaló ayer la regidora de Lugo, Lara Méndez. Sin embargo fuentes socialistas consideran la opción más probable que se mantenga el calendario actual por falta de tiempo y por la multitud de frentes que deberá gestionar Sánchez.

El objetivo de la gestora gallega pasaba por evitar dar tiempo a que se agrandase la distancia con con el sector crítico. La decisión, sin embargo, está en manos de Ferraz desde que la gestora estatal le retiró en octubre las competencias para convocar ese cónclave.

La nueva dirección sanchista debería apurar los plazos para cumplir esa demanda, algo improbable según diferentes fuentes socialistas. Del comité federal del 18 de junio saldrá Sánchez como líder con su ejecutiva, que el día siguiente deberá elaborar un calendario para renovar todas las estructuras del partido.

Su prioridad es restañar heridas con los barones alineados con Díaz, presidenta de Andalucía, que también quiere celebrar su cita en julio para contener a los sanchistas. Situación similar deberá gestionar Sánchez en Valencia, Extremadura o Aragón, cuyos líderes y presidentes autonómicos apoyaron a la andaluza.

Constituida la dirección, los congresos autonómicos deberán celebrarse en no más de 60 días.