La Consellería de Sanidade prevé cerrar el 11,1 por ciento de las camas hospitalarias durante el verano, un porcentaje menor que el del año pasado cuando se dejaron inoperativas el 12,1 por ciento.

Así lo comunicó ayer en comisión parlamentaria el director xeral de Asistencia Sanitaria, Jorge Aboal, quien explicó que durante la época estival estarán disponibles el 88,9 por ciento de las camas, lo que supone "14 puntos más de ocupación que en años anteriores". En respuesta a una pregunta del BNG, matizó que "las camas no se cierran", sino que "están todas en las habitaciones para cuando sea necesario".

Según explicó, se planifica contando con las vacaciones de los profesionales, así como con "las obras y actuaciones preventivas o reparadoras que en otra época es difícil llevar a cabo". Así, reiteró que la planificación se realiza "en base a indicadores asistenciales".

El director xeral también subrayó que la planificación estival "no tiene" como finalidad "objetivos económicos", aunque recalcó que no gastan el dinero público "donde no hace falta".

La parlamentaria del BNG, Montse Prado, reclamó "transparencia" y que el Sergas ofrezca datos. Al respecto, advirtió que el "cierre de camas" conlleva "consecuencias" como "el incremento de las listas de espera o la saturación de urgencias".