Más de dos meses después de celebrar las primarias para dotarse de su primera dirección tras nacer en verano, En Marea sigue agitada por la discusión acerca del papel de Luís Villares y no ha resuelto el entuerto a un día de que se reúna por segunda vez el Consello das Mareas para designar a los miembros de su coordinadora y a los portavoz o portavoces orgánicos.

La cohesión interna del bloque central del partido instrumental depende del resultado del proceso que pone a prueba la relación de sus principales actores. Villares aspiraba a ser portavoz orgánico y, por lo tanto, líder de la hoy segunda fuerza política de Galicia tras abandonar su puesto de juez para ser candidato en las pasadas elecciones autonómicas. Sin embargo, perdió el pulso que mantuvo con un grupo en el que destacan Marea Atlántica, pero también miembros de Anova y las mareas locales, cuando sellaron la candidatura interna a la dirección que logró el 58% de apoyos. Su proyecto vetaba el acceso a las tres portavocías orgánicas que quería crear a quienes desempeñasen ese cargo en el Parlamento gallego o el Congreso para diferenciar el ámbito institucional del trabajo interno.

A pesar de avalar como punta de lanza de la candidatura mayoritaria ese veto, Villares se resiste a asumirlo, apoyado en su postura por el tótem rupturista, Xosé Manuel Beiras, que siempre ha defendido la necesidad de potenciar al exjuez como referente. Paradójicamente, el fundador de Anova también compartió lista con Villares y programa electoral interno en contra de ese deseo.

La reunión del Consello das Mareas de mañana se antoja importante, pero no definitiva. En principio, el rupturismo da por hecho que se nombrará la coordinadora, una ejecutiva encargada de llevar el día a día. La discusión radica en el reparto de sus 11 asientos entre la lista oficialista de "Máis Alá!", los críticos de Anova de "Somos quen" y "Queremos participar", nucleada en torno al colectivo Cerna. Tienen 21, 9 y 5 puestos en el primer órgano. En la coordinadora, el sector oficialista considera que las dos listas minoritarias deben contar con dos y una sillas, respectivamente.

Sin embargo, es el papel de Villares el que está poniendo a prueba la cohesión de la familia mayoritaria de En Marea. Las listas minoritarias lo apoyan como portavoz para clarificar ante la sociedad quién es su referente. Si busca su apoyo para dar la batalla, el bando oficialista "romperá", según coinciden fuentes de En Marea.

Por otra parte, Anova celebra hoy la primera reunión de su coordinadora, que designará al diputado de En Marea Antón Sánchez como portavoz en sustitución de Beiras.