La de hoy es probablemente la junta de accionistas de REE de mayor expectación en los últimos años. El orden del día incluye la reelección de una consejera independiente y el nombramiento de otros dos, entre ellos el gallego Arsenio Fernández de Mesa. Una elección cargada de polémica desde que se conoció a principios del mes pasado, como ejemplo de las discutidas "puertas giratorias" entre la administración y el sector energético, más en este caso por las críticas a la falta de currículum del ex director general de la Guardia Civil.

Como si presintiera que le iban a caer unas cuantas preguntas sobre la delicada cuestión, el presidente de REE se esforzó mucho ayer en su balance anual de la compañía en presumir de los avances en materia de gobierno corporativo y el reconocimiento "por la prestigiosa publicación Ethical Boardroom Magazine" de "la mejor utility europea" en este campo. ¿Sabía la publicación lo de Arsenio Fernández de Mesa? "No lo sé", respondió Folgado.

"REE es una empresa privada", insistió también en varias ocasiones su presidente. Lo es. Aunque un 20% de su capital está en manos del Estado y el resto de accionistas no puede superar el 5% de los títulos o el 3% de los derechos de decisión.

"No se trata de que sean superexpertos en una materia en la cual ya tenemos muchos ejecutivos, sino de que cumplan una matriz de competencias amplia en diferentes ámbitos que ayudan a tomar decisiones", aseguró sobre los consejeros Folgado, que presume del "abanico" de conocimientos de los actuales, en los que Fernández de Mesa viene a cumplir "un perfil de seguridad integral" como el que desempeñaba Agustín Conde, ahora secretario de Estado de Defensa. "Tampoco significa que tenga que ser superespecialista en eso o solo en eso porque -añade- los consejeros actúan corporativamente". Folgado adelantó que el voto que estaba llegando desde los accionistas extranjeros deja "una alta probabilidad" de su confirmación como consejero.