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Hacia un nuevo sistema de reparto de los fondos autonómicos

Galicia se juega el 61% de sus ingresos con la reforma de la financiación

Solo Cantabria tiene una dependencia mayor que la Xunta de los recursos que reparte el Estado - La región recibe además el 14% de los fondos que el sistema tiene para garantizar la igualdad en los servicios públicos

Que la del máximo responsable de la Xunta sea una de las voces más altas y claras en estos meses previos a la reforma de la financiación autonómica que la Conferencia de Presidentes abre mañana oficialmente no se debe solo a la consolidación de Alberto Núñez Feijóo como referente político del país dentro y fuera del Partido Popular tras su tercera mayoría absoluta. Hay algo más. Todo lo que se juega la comunidad. Que es mucho. Tanto como el 61% de sus ingresos. Galicia es uno de los territorios más dependientes del reparto de los fondos estatales. El segundo por detrás de Cantabria en el que los recursos que llegan desde las arcas centrales pesan más en el total de ingresos de cada año. De ahí la intensidad con la que Núñez Feijóo repetía este mismo sábado ante la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que el modelo debe pivotar sobre la realidad demográfica y el sobrecoste que el envejecimiento tiene sobre los servicios públicos, especialmente la sanidad.

El actual sistema, en vigor desde 2009, dejó a Galicia casi 6.000 millones de euros en 2014, según los datos que acaba de publicar el Ministerio de Hacienda. Un importe limpio ya de los 435 millones que San Caetano tiene que devolver por las transferencias de más que recibió en 2008 y 2009 después del desequilibrio que hubo entre las previsiones en el cobro de impuestos y lo que efectivamente se recaudó. Los ingresos de la Xunta ese año superaron los 9.800 millones de euros. Así que los fondos de la financiación autonómica aportaron seis de cada diez euros.

En el conjunto de las regiones, el sistema contribuye con el 45,4%, lo que da una idea muy nítida de las grandes diferencias que existen entre cada una. En un extremo está Galicia junto con Cantabria (65,5%), Asturias (58,5%), Castilla y León (56,5%), Aragón (55,9%) y Andalucía (55,65). En el otro, por debajo de la media, están Castilla-La Mancha (45%), Baleares (44,6%), Cataluña (42,3%) y Comunidad Valenciana (39,5%). Por eso estos tres últimos territorios lideran el bando de los que se sienten especialmente maltratados por los criterios que funcionaban hasta ahora y reclaman más recursos.

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Aunque Galicia rebajó algo en los últimos años el peso del dinero procedente de la financiación autonómica en el global de su presupuesto -en 2009 llegó a suponer el 65%-, lo cierto es que nunca dejó de estar alrededor del 60%. ¿Por qué ocurre eso? Pues porque cojea en el resto de ingresos posibles dada su menor capacidad para exprimir impuestos propios y obtiene menos en subvenciones y convenios a través de los ministerios y la Unión Europea, que son el resto de sus grifos para tener liquidez junto con la deuda pública.

El modelo de reparto que está todavía en funcionamiento reserva para las regiones la mitad de la recaudación de IRPF e IVA; el 58% de los impuestos de la cerveza, el alcohol, hidrocarburos y tabaco; y el 100% del que grava la electricidad. Más de 4.440 millones de euros para Galicia en 2014. Es la parte más importante de la financiación autonómica. El 64% de la inyección.

A ellos se suman los tributos que nacieron en el Estado y que gestionan directamente las comunidades. Alrededor de 500 millones de euros en el caso de Galicia, de los que 234 millones tienen su origen en el gravamen de Sucesiones y Donaciones y 144 millones en Transmisiones Patrimoniales.

A partir de la situación en la que se queda cada uno con el reparto de la recaudación fiscal, el sistema dispone del llamado Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales para "asegurar" los mismos recursos en todos los territorios en función del perfil de su población. En él entran de lleno las variables que tanto se discuten estos días de cara a los cambios. La ponderación de la población para el cálculo alcanza el 30%; un 20,5% los habitantes de entre 0 y 16 años; un 8,5% los mayores de 65 años; un 38% las personas bajo el paraguas del sistema sanitario y que se distribuyen en función de siete grupos de edad por sus diferentes necesidades; un 1,8% vale la superficie de cada autonomía; un 0,6% la dispersión; y otro 0,6% la insularidad para los dos archipiélagos. En 2014 el fondo sumó 8.289 millones y 1.184,2 millones fueron para Galicia.

Hay otros dos fondos con características similares. El de Suficiencia Global, destinado a cubrir la totalidad de las competencias de las comunidades. Fueron 987 millones de euros en 2014, con 556 millones para Galicia. Y los Fondos de Convergencia, que abona el Estado y que tienen el objetivo de que la financiación por habitante sea igual entre todas las regiones: 4.560 millones, unos 203 millones para Galicia.

En total, del global de fondos con los que el modelo redistribuye la financiación, la comunidad absorbió el 14%, por encima de 1.900 millones de euros, según los datos del Ministerio de Hacienda.

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