Más de 123.000 niños gallegos de entre 10 y 15 años son usuarios de internet, el 94,3% de todos los jóvenes en esa franja de edad, y roza el 97% entre las chicas. Aunque el porcentaje sea poco más de un punto inferior al estatal, no es para cantar victoria, ya que convierte a los escolares no conectados en una excepción. Además, la utilización que hacen estos adolescentes de la red no siempre se produce bajo supervisión paterna. De hecho, eluden ese control en muchas ocasiones. La prueba es que, a pesar de que como el resto de los chicos de su edad de todo el país, una inmensa mayoría se conecte desde la casa familiar, los gallegos se hallan tres puntos por debajo de la media estatal (90,8 frente a 93,7) en ese parámetro y serían los quintos por la cola en manifestar esta preferencia, según aparece en el informe "Indicadores sobre uso de TIC por menores en España", elaborado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística.

Ese informe muestra que en cambio los gallegos serían líderes en el recurso a los cibercafés o similares. Así, un 10% de los niños gallegos afirma acceder a la red desde estos lugares, el doble que sus compañeros de otras autonomías, y también entrarían en el podio autonómico -esta vez en tercera posición- si se analiza el porcentaje de quienes se conectan en los centros de estudios -un 82,7%, diez puntos más que la media estatal-. Por otra parte, un 47,3%, cinco puntos más que la media autonómica, aprovecha su visita a casas de familiares, vecinos o amigos para echarle una ojeada a la web.

Estos datos indican que el comportamiento de los niños gallegos no iría, precisamente, en la línea que marcan las directrices de los expertos, que buscan que los menores no se queden atrapados en las redes, al menos no en las malas, porque el digital es un mundo lleno de maravillas, pero también de "riesgos". Por ello entre las recomendaciones que dan a los padres está: "Siempre que puedas es recomendable que naveguéis juntos, puesto que internet también tiene sus desventajas y riesgos, como son los contenidos inapropiados o la facilidad de contacto con personas que no son siempre lo que parecen o dicen ser".

Así consta en el manual dirigido a padres inquietos por el sexting, las apuestas online o el ciberacoso en "Navegan con rumbo", una iniciativa del Colexio Profesional de Enxeñeiros Informáticos de Galicia y la Xunta. En esa web también aconsejan a los padres "habilitar en el hogar una zona de uso común de internet para facilitar la supervisión del tiempo y del modo de navegación".

No obstante, como demuestra el INE, los niños gallegos no son tan fáciles de supervisar. Pero tampoco lo son en casa, donde, como demuestran los estudios coordinados por el profesor de la Universidade de Santiago Antonio Rial Boubeta, también navegan mucho sin control por la red. Entre otros datos, las investigaciones de la Unidade de Psicoloxía do Consumidor e Usuario, actualizadas en 2016, apuntan que 24.000 adolescentes gallegos se conectan a partir de medianoche, lo que, avisan, no reduce las prácticas de riesgo en las que puedan incurrir.

Sus datos indican también que más de una cuarta parte están enganchados más de 5 horas al día a las redes, dos de cada tres lo hacen desde su propio cuarto y solo un 27,6% de los padres controlan o limitan el uso que hacen de internet o el móvil. Porque esa es otra: el móvil sería el principal dispositivo de conexión a internet para estos chicos (para el 81,2%). Y si un 42% de los chicos admite discusiones en casa por el teléfono, por algo será.

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