Los gallegos son pesimistas en lo que respecta a su jubilación, a la que no llegan demasiado preparados. Dos de cada tres (el 63,8%) admiten que no ahorran para el retiro más allá de lo que cotizan para su pensión, aunque la media estatal es es superior (68%). La principal razón para no economizar es que no pueden permitírselo, también en línea con lo que alegan los ciudadanos del resto del país. Entre los que sí ahorran, la cuenta corriente tiene un peso más elevado que el plan de pensiones o la inversión en la compra de una vivienda.

Así lo apunta un estudio presentado ayer por la Fundación Mapfre realizado en todo el Estado, que sitúa a los gallegos como los más escépticos ante lo que les espera en la vejez. El 57,4% de los entrevistados en la comunidad no tiene claro que cuando se jubile vaya a cobrar la pensión, el porcentaje más alto entre las autonomías y el doble que en el área más optimista, Baleares. Los gallegos también son los más descreídos ante la posiblilidad de retirarse a los 65 años: el 80,2% piensa que tendrá que esperar, aunque casi todos desearían irse a casa a los 65.

En todo el país, además, el estudio detecta una creencia bastante general en que la pensión pública que cobrarán no será suficiente para mantener el nivel de vida "actual". Esta opinión la comparte el 81,6% de los gallegos, aunque el porcentaje en el ámbito estatal sería similar. De hecho, el 58,2% de los encuestados en Galicia considera que ingresará menos de 900 euros al mes. Solo un 7,9% -el porcentaje más bajo de todas las autonomías- especula con que cobrará más de 1.200 euros.