Los padres reafirman su rechazo a las reválidas con más del 40% de absentismo

Las aulas de 3º de Primaria de los colegios gallegos aparecieron ayer, de nuevo, semivacías el primer día de la evaluación de la Lomce. Es la segunda vez que se celebra este examen para escolares de 9 años, la primera de las cuatro reválidas que incluye la Lomce y que se estrenó en 2015. Estaban convocados 22. 000 escolares de 3º curso en Galicia pero faltaron, según la Xunta, el 40% del total, y para la Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público, el 82%.

El absentismo en estas pruebas, que se estrenaron en 2015, es el doble del admitido por Xunta y sindicatos el pasado año. En la concertada, sin embargo, la asistencia fue masiva, del 90% del alumnado. Para la plataforma en defensa do ensino público, formada por CIG-Ensino, ANPAs y asociaciones de estudiantes, se repite el elevado absentismo "incluso algo por encima de las ausencias en las pruebas de 6º de Primaria" realizadas hace unos días. Ante esta respuesta de la comunidad educativa, la plataforma considera que los padres reafirman su rechazo a las reválidas al no enviar a sus hijos a clase para evitar realizar el examen. Por ello, piden a Educación que elimine estas pruebas.

Pasaron 14 días desde que los colegios gallegos organizaron la reválida de 6º de Primaria que, junto a la de 3º, no cuenta para nota. El primer día fue el 11 de mayo y, en esa ocasión, el llamamiento de sindicatos y ANPAs a faltar a la prueba surtió efecto: un 80% de absentismo, según la plataforma galega en defensa do ensino, y según la Xunta un 40%. Con estas cifras se duplicó el porcentaje de ausencias en solo un año. La Consellería de Educación habló de "boicot" y tildó de "acoso político" la movilización impulsada por colectivos educativos en contra de las pruebas, a los que acusó de iniciar "un debate bastante egoísta" con intereses "más allá de los educativos". El porcentaje se superó ligeramente ayer, con una media del 82%. En la zona de Vigo, por ejemplo, el absentismo fue del 85%, así como en Baixo Miño y en O Morrazo alcanzó el 90%. En los colegios de Ourense, por ejemplo, el absentismo fue del 66%, en Pontevedra del 60% y en Lalín del 70%. En Arousa fue desigual: en Vilagarcía solo asistió el 24% del alumnado y en Pontecesures el 87%.

La Consellería de Educación indicó que la evaluación de 3º de Primaria se desarrolla de modo "muy similar" a la evaluación de 6º de 15 días atrás: participó el 60% del alumnado del 90% de los centros. "Frente a los llamamientos al boicot y a la insumisión por parte de determinadas organizaciones", Educación reitera que actúa "con responsabilidad ante el cumplimiento de una normativa básica, del mismo modo que lo hizo en la aplicación de la anterior ley socialista, con la que se realizaron evaluaciones de diagnóstico de 4º de Primaria desde el año 2009 hasta el pasado curso con total normalidad". Recordó el departamento educativo que los resultados de esta evaluación no tienen efectos sobre el expediente académico de los niños y niñas y que la consellería no va a hacer ningún ranking de centros, "como quedó demostrado el año pasado".

Pese a que los niños son más pequeños que en la evaluación de 6º de Primaria, lo que implica más obstáculos para conciliar en caso de faltar a clase, para la Plataforma Galega en Defensa do Ensino Público la respuesta ha sido "un éxito" o un "estrepitoso fracaso" de la Xunta, apuntó en una nota. Precisamente porque solo tienen 9 años, en algunos centros hubo un "repunte" de la asistencia. Fernando Lacaci, de la Federación de ANPAs de Galicia, expresó que notaron una respuesta "incluso mayor" y constatan un rechazo "unánime" a las pruebas. Lacaci aseguró que esto desautoriza al conselleiro, "cuando habla de manipulación de las familias". Recordó que más del 80% de las familias "no pertenecen a una ideología, a un partido político, no son seguidores de una única consigna; son muchas personas de acuerdo en una cosa, en que no quieren la Lomce". Muchas ANPAs organizaron actividades a lo largo de la mañana y, en algunas zonas, miembros de las ANPAs se pusieron de acuerdo para quedar con los niños que faltaron para evitar el examen.

Según Anxo Louzao, de CIG-Ensino, las pruebas son "inútiles, estériles y pretenden jerarquizar y discriminar" a los alumnos "socialmente más desfavorecidos". Añadió Louzao que estas pruebas son "el prólogo de las reválidas de 4º de ESO y 2º de Bachillerato", que tendrán carácter eliminatorio. "Son pruebas que conducen al alumnado a entrar en una competición y que convierten a los centros en centros competitivos en lugar de centros educativos", indicó.