La Justicia también alteró la agenda de la política municipal como nunca lo había hecho antes. El entonces alcalde de Ourense Francisco Rodríguez (PSOE) tuvo que dejar el cargo tras ser detenido en la Pokemon. Por la misma operación se vieron forzados a dejar las alcaldías Ángel Currás (PP) en Santiago y Adolfo Gacio (PP) en Boqueixón.

Gerardo Conde Roa (PP) también dejó la alcaldía de Santiago tras ser investigado y condenado por fraude fiscal, mientras que Xosé Clemente López Orozco fue vetado, en este mandato, para revalidar el bastón de mando en el Concello de Lugo por estar imputado en varios procesos.