Ni las mejores expectativas económicas ni las rebajas aplicadas por la Xunta a la tasación de los inmuebles han logrado frenar las renuncias a las herencias en Galicia que siguen batiendo récords históricos trimestre tras trimestre. Entre enero y septiembre el número de gallegos que rechazó su legado se incrementó un 15 por ciento pasando de las 1.469 renuncias registradas en los primeros nueve meses de 2014 a un total de 1.692 en el mismo periodo de 2015. La principal razón es la imposibilidad de los herederos de hacer frente a los impuestos que llevan asociados los bienes que les legan en una comunidad que hasta ahora ocupaba el sexto puesto de España con el tributo de Sucesiones más caro. A partir de este año entra en vigor precisamente la exención anunciada por la Xunta en este impuesto de la que se beneficiarán el 99 por ciento de los gallegos.
El Gobierno autonómico, sin embargo, había aplicado ya desde el pasado mes de julio una rebaja media del 15 por ciento en las valoraciones de los bienes inmuebles sobre las que se cargan los impuestos de Sucesiones y Donaciones y también de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
Esto ha ayudado a que los herederos paguen menos tributos cuando les transmiten alguna propiedad y, aunque se preveía un descenso de las renuncias, la rebaja parece haber sido insuficiente. Si empezó el año con 517 gallegos que rehusaron su legado en el primer trimestre, esta cifra se elevó en los tres meses siguientes hasta los 582 y volvió a aumentar entre julio y septiembre hasta los 593, la cifra más alta hasta la fecha, y que duplica el número de herencias rechazadas en 2008 cuando empezaba la crisis.
Si hace siete años solo 737 gallegos renunciaban a su herencia, en 2014 sumaban ya 2.049 y lo previsible es que esta cifra sea superada en 2015 puesto que solo en los nueve primeros meses del año ya se sitúa un 15 por ciento por encima del mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos del Colegio General del Notariado.
En España también ha crecido el número de renuncias, pero el incremento ha sido menor que el registrado en Galicia: de solo el 10,5 por ciento frente al aumento del 15 por ciento registrado en Galicia.
En las renuncias a las herencias pesa el tipo de fiscalidad en el que además hay notables diferencias entre comunidades autónomas. Hasta ahora Galicia era la sexta autonomía con el Impuesto de Sucesiones más elevado, solo por detrás de Murcia, Asturias, Andalucía, Baleares y Castilla y León. Un hijo de 35 años que hereda de su padre propiedades por valor de 300.000 euros, incluyendo la vivienda habitual del fallecido valorada en unos 100.000 euros, tenía que pagar en la comunidad gallega 12.970 euros. La Xunta es el cuarto gobierno autonómico con más recaudación en este impuesto.
Sin embargo, a partir de 2016 no pagará nada, convirtiéndose así Galicia en la autonomía con el tributo más bajo de España.
La principal novedad de esta rebaja, que acaba de entrar en vigor, es que los herederos mayores de 25 años dejarán de tributar por cuotas líquidas inferiores a los 400.000 euros y cuando superen esa cifra solo pagarán por la diferencia. Ahora el límite está en 125.000 euros, con la particularidad de que si superan esa cuantía, solo estaban exentos los primeros 18.000 euros. De esta manera, el 99 por ciento de los gallegos quedará exento y el uno por ciento restante pagará menos.
La previsión es que cada año se beneficien de esta rebaja unas 45.000 personas y esta exención podría frenar al escalada de renuncias a las herencias que se ha disparado desde el inicio de la crisis económica.
