La plantilla de médicos del Sergas ha ido adelgazando en los últimos años no solo debido a la jubilación forzosa de alrededor de 800 facultativos desde 2009, según los cálculos de los sindicatos, sino también por la orden del Gobierno de no reponer más del 10 por ciento de esas vacantes. En 2015 esa tasa de reposición se elevará al 50 por ciento, pero aún así seguirán sin cubrirse la mitad de los puestos que queden libres tras las jubilaciones que, según la previsión de la propia Consellería de Sanidade, serán cada vez más numerosas.

En su Plan de Ordenación de Recursos Humanos, el Sergas prevé que solo este año se retiren 156 médicos, una cifra que subirá a 195 en el año 2016 y alcanzará las 249 en 2017. En total solo en estos tres años quedarán vacantes 600 puestos de doctores.

Pero no serán las únicas bajas por jubilación. En conjunto, en el sistema sanitario gallego se calcula que se retirarán un total de 3.000 trabajadores, entre administrativos, enfermeras y médicos.

"Aunque la tasa de reposición en sanidad sea del 50 por ciento, las plazas que se cubran no tienen que ser necesariamente de facultativos", aclara el presidente del Colegio de Médicos de Pontevedra, Luis Campos Villarino. De manera, que ni siquiera se garantiza que al menos se conserve la mitad de las plazas de facultativo que durante los tres próximos años queden vacantes por jubilaciones.

La Asociación de Batas Blancas advierte del "impacto negativo" de la jubilación forzosa de médicos en tanto que reducirá las plantillas de facultativos justamente cuando el aumento de la esperanza de vida da lugar a un incremento de las patologías crónicas que suponen un elevado consumo de servicios sanitarios.