La previsión de la Consellería de Educación es que el descenso de la natalidad siga mermando el número de matrículas en los colegios gallegos. Según sus cálculos, en el próximo curso habrá una caída en el número de escolares en la etapa de Infantil de alrededor de 2.000 estudiantes.

Educación resaltó ayer que, a pesar del actual contexto de crisis, la consellería no ha endurecido los requisitos para tener abierta una unidad escolar y se mantiene el límite de cinco alumnos para no cerrarla.

La supresión de aulas no afectará solo a los alumnos sino también a los profesores asignados a esas clases. Esta situación los obligará a concurrir en el verano a un concurso de traslados para conseguir plaza provisional en otro centro hasta que no consigan una definitiva. En todo caso, estos docentes tendrán prioridad sobre otros aspirantes para ocupar aquellas vacantes más próximas a la localidad en la que se suprimió su plaza.