Adrían Varela anunció su dimisión como concejal de Deportes de Santiago el mismo día que fue citado a declarar por el juez en calidad de querellado a raíz de la denuncia presentada contra él por la CIG por ordenar el despido de la mujer de un sindicalista.

Cuando anunció su decisión de dimitir, el edil había argumentado que lo hacía por "solidaridad" con sus compañeros del equipo de gobierno municipal que se sentaron en el banquillo por autorizar en una junta de gobierno que el Ayuntamiento costease su defensa por su imputación en la Pokemon por los delitos de tráfico de influencias, cohecho y falsedad documental. Aunque finalmente renunció a que la corporación local sufragase sus gastos de representación legal, eso no impidió que siete concejales populares terminaran siendo llevados a juicio y se enfrenten a cinco años de inhabilitación.

Sin embargo, éste no es el único frente que tiene abierto el concejal de Deportes de Santiago. El lunes, antes de que comunicara formalmente su decisión de dimitir al alcalde Ángel Currás, le había llegado una notificación del juzgado de instrucción número tres de Santiago para que acudiera el próximo 13 de junio a declarar en calidad de querellado por un supuesto delito contra el ejercicio de los derechos cívicos cometido por funcionario público.

Según se desprende del sumario de la Pokemon y él mismo reconoció ante la juez Pilar de Lara, pidió a un directivo de Sermasa, empresa concesionaria del concello y filial de Vendex, el despido de una de sus trabajadoras por estar casada con Antonio López, delegado sindical de la CIG en el Ayuntamiento de Santiago.

Varela lo había justificado ante la juez como "un calentón" y también defiende la "legalidad" del acuerdo de gobierno para costear su defensa en la Pokemon. Aún así, finalmente, justo al día siguiente de celebrarse las europeas, presentó su dimisión y ayer explicó sus razones. "Es una decisión personal que obedece a motivos única y exclusivamente personales. No hubo ningún movimiento a nivel de partido", recalcó.

Según explicó, este año ha sido "duro" y por eso decidió adoptar esta decisión que, en su opinión, es "lo mejor para el Concello" y para él mismo. En su intervención de ayer ante los medios explicó, visiblemente emocionado y entre sollozos, que la situación "era ciertamente tensa" en el Ayuntamiento donde diez de los trece concejales del equipo de gobierno están imputados en diversas causas.

El secretario general del PPdeG, Alfonso Rueda, valoró que Adrián Varela "asumiera en primera persona el error político" y aseguró que fue "acertado" que no dimitiera hasta haberse celebrado las elecciones europeas. "Ya bastantes interferencias hubo sobre el asunto", explicó. El número dos de los populares gallegos enmarcó además esta renuncia en "una decisión personal" descartando así que fuera forzado por el partido.

También el alcalde de Santiago, Ángel Currás, insistió en que la dimisión de su concejal de Deportes fue una "decisión personal" y añadió que la respeta. El regidor aseguró además que ignora por qué razón ha decidido presentar ahora su renuncia y si tiene algo que ver con que en pocos días se dará a conocer la sentencia sobre los siete concejales que acordaron pagar su defensa.

En cualquier caso, Currás negó que la marcha de Varela pueda abrir "una crisis" en el gobierno municipal. Su sustituto, sin embargo, está sin concretar.

El marido de la mujer que el edil de Deportes intentó echar de Sermasa, el sindicalista Antonio López se mostró convencido de que Varela no fue el "instigador" del despido sino que recibía "ordenes de arriba.

Para el PSOE y el BNG la decisión del concejal de dimitir llega tarde. El socialista Francisco Reyes lamenta que no hubiese renunciado ya cuando salieron a la luz las escuchas de la Pokemon. En todo caso, aclara que Varela solo es "una víctima de las peleas internas" que hay en el Concello. Para el BNG su marcha es también "insuficiente" ante el "gravísimo problema de credibilidad y legitimidad" del gobierno de Currás.