La fiscalía pide 45 años de prisión en total y más de 30.000 euros de multa a doce independentistas por su implicación en los altercados que se produjeron en febrero de 2009 tras una manifestación convocada por la plataforma Galicia Bilingüe, a la que se sumaron miembros de partidos como UPyD. El juicio se iniciará el próximo martes.

Tres de los detenidos aquel día y que se enfrentan a la acusación denunciaron ayer la "aberración jurídica" que supone este caso, en el que se les juzga, alegan, por ser "defensores del gallego" y consideran que se está "judicializando un conflicto lingüístico", al tiempo que denunciaron una "represión brutal y violenta" por parte de la policía. A los acusados se les imputan delitos de alteración del orden público y atentado contra la autoridad, entre otros.

Además, perciben intencionalidad política en esta decisión, pues ayer recordaron que el juicio se aplazó en dos ocasiones y su celebración coincide con las elecciones europeas, lo que tildaron de "casualidad".

Aurélio Lopes denunció que ellos también recibieron "amenazas de muerte" por parte de manifestantes que respaldaban a Galicia Bilingüe, entre los asistentes a la marcha citó a Ricardo Sáenz de Ynestrillas, histórico miembro de la ultraderecha. "La fiscalía pretende hacer pasar por verdugos a personas que únicamente amamos nuestro país y nuestra lengua", concluyó.

Por su parte, Abraám Alonso declaró sentirse "orgulloso" de haber participado en la protesta y denunció que uno de los procesados, Roberto Rodríguez alias Teto, fue detenido y enviado a una cárcel de fuera de Galicia. Y Joám Lopez vinculó la protesta con una "respuesta por parte del establishment" contra la defensa del gallego y la tachó de "manifestación convocada por una organización de extrema derecha por el exterminio del gallego".

Por su parte, Gloria Lago, presidenta de Galicia Bilingüe y que declara como testigo el día 23 en un proceso que denunció el concello de Santiago, recordó que la manifestación era "legal" y que los acusados formaban parte de un grupo que "la reventaron, tirando piedras y botellas". Además, desvincula a su organización de partidos políticos, si bien reconoce la presencia de políticos de PP, Ciudadanos y UPyD en aquella protesta. "Espero poco del juicio. Tras lo visto, no confío en la justicia", añadió.