La supresión desde el pasado 2013 del polémico céntimo sanitario vino en paralelo al impulso de un recargo autonómico en el impuesto general de Hidrocarburos. Con idéntico margen de tipos, por lo que a efectos prácticos no hubo ningún cambio para las arcas públicas. La recaudación pudo mantenerse. El disfraz normativo sí permitió adelantarse un año a la esperable sentencia del Tribunal de la UE, que en febrero tumbó definitivamente la tasa y además reprochó "la mala fe" de su aplicación porque las advertencias de Bruselas sobre su "ilegalidad" se remontan al momento de su creación, en 2002. Galicia la uso casi desde el principio y la mantuvo sin cambios hasta que, ya bajo su nueva formulación como tramo regional del gravamen estatal, optó por exprimirla al máximo para animar sus actuales presupuestos. El impacto en los precios era de esperar, hasta el punto de que se ha convertido en la única comunidad en la que los combustibles se encarecieron durante el primer trimestre de este año.

El alza hasta los 4,8 céntimos por litros tanto en las gasolinas como el gasóleo de uso general entró en vigor con el cambio de ejercicio. Al final de enero, el valor de los carburantes en Galicia sufrieron un incremento respecto a diciembre del 1,1%, frente a la caída en el conjunto del Estado del 0,6%, según los informes del IPC del Instituto Nacional de Estadística. En el cierre de marzo, el incremento acumulado en los precios alcanza el 0,7%. La media nacional es, en cambio, negativa, con un recorte del 1,2%.

Ésa es la tendencia en todas la regiones, excepto Galicia. Y especialmente notable en dos de ellas. Los combustibles se abaratan un 2,3% en Navarra, que decidió eliminar el recargo del impuesto este año; y un 3,1% en Cantabria, que apostó por rebajarlo a la mitad, de 4,8 a 2,4 céntimos por litro.

A mayor presión fiscal, más contención del consumo. De hecho ahí está toda la discusión sobre subir o no el IVA. ¿Se está notando en los combustibles? Los datos oficiales lo dicen todo. En los dos primeros meses del año, el gasto en gasolinas en Galicia alcanzó las 33.200 toneladas. Durante el mismo periodo de 2013 fueron 36.000. Una variación de un 7,7%, según el último boletín de Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). El efecto diferencial con el resto del Estado vuelve a quedar evidente. Porque la demanda de gasolinas en el país se mantuvo estable. La caída fue únicamente del 0,07%.

La comparativa en el caso de los gasóleos se repite. En Galicia, el descenso roza el 3%, des 317.600 a 308.500 toneladas; mientras que en el total de España, el consumo apenas registró alteraciones. Una pequeñísima alza del 0,06%.

La otra cara

Con la dirección opuesta tomada desde Navarra y Cantabria, el comportamiento del consumo es también el contrario que el de Galicia. Así, en la región foral, donde se eliminó, el gasto en gasolina se incrementó en enero y febrero un 5% y el gasóleo un 3,2%. La reducción aplicada por el gobierno cántabro ayudó a elevar un 0,1% la adquisición de gasolina y que el descenso en la de gasóleo sea muy discreto, del 0,2%.