El desvío del río Lourido, en un tramo de tres kilómetros, como medida de seguridad prevista en la declaración de impacto ambiental del proyecto de la mina de oro de Corcoesto, en Cabana de Bergantiños, sería permanente en el caso de que reciba el visto bueno definitivo como proyecto industrial estratégico.

El director de Aguas de Galicia, Francisco Menéndez, ha reseñado hoy en Comisión parlamentaria que el desvío del río Lourido se plantea de forma permanente y, por tanto, no se exigirá a la empresa promotora de la mina la reposición de la situación preexistente en la zona afectada.

Lo que sí exigirá el departamento de la Xunta serán "garantías específicas" para que el desvío del río, algo que "no es habitual, pero tampoco excepcional", ha dicho, se haga "de la manera más natural posible" y cumpla con los criterios fijados por Aguas de Galicia.

Menéndez ha insistido en que en estos momentos "no se puede presuponer" el informe definitivo que emitirá Aguas de Galicia sobre este desvío, sobre el que la empresa promotora deberá remitir información adicional a la documentación que aportó en 2012 para la obtención de la evaluación inicial de impacto ambiental positiva.

Ha abundado en que en el expediente no es suficiente la concreción del proyecto del desvío del río, y también en que "queda una tramitación importante" para que el proyecto minero se pueda ejecutar.

La diputada socialista Patricia Vilán, autora de la pregunta al director de Aguas de Galicia, ha solicitado que se deje sin efecto el informe ambiental favorable y se elabore uno nuevo que tenga en cuenta los informes realizados por expertos, incluido el que está pendiente de entregar la Universidad de Santiago al Valedor do Pobo.

De lo contrario, ha advertido, la Xunta será "el único responsable de las consecuencias" que sobre el patrimonio, la salud y el medio ambiente tendrá la explotación minera en Corcoesto.