Aunque los expertos independientes que evaluaron las plataformas informáticas que cada caja aportaba a la fusión concluyeron que cualquiera de las dos estaba capacitada para servir de pilar a la entidad única, el prorrateo contable de Caixa Galicia en la inversión de la suya llevó a los entonces responsables a tomar la decisión de apostar por ella para evitar un mayor gasto en la operación. Porque de lo contrario habría que haber registrado todas las anotaciones pendientes de una sola tanda. Tan importante como el ajuste de sucursales y de red, por la implicación que suponía en el día a día -y la reducción del coste de las transacciones en el ahorro interno-, la integración tecnológica se anunció como uno de los grades hitos del fallido matrimonio. Solo un mes antes, precisamente, de la nacionalización. Muchas cosas sucedieron desde entonces, con la reorganización de la mayoría de los departamentos, incluido ese mismo. Sin presencia ahora en Vigo. De hecho, NCG tiene en venta el complejo que albergaba las tripas de la informática de la antigua Caixanova.

Son, exactamente, cuatro edificios ubicados en las inmediaciones de las calles López Mora, Tomás Alonso y Arquitecto Pérez Bellas. Según la información que publicita el propio banco en su web inmobiliaria (www.escogecasa.es), el suelo supera los 8.500 metros cuadrados, la superficie construida alcanza los 16.630 metros cuadrados y está enfocado para oficinas. El precio no figura. "A consultar", ofrece.

Una vez encauzada la fusión, Novacaixagalicia presentaba su potencial informático como una auténtica industria interna paralela al negocio financiero. Incluidos los dos centros operativos existentes en aquel momento, el de Vigo y A Coruña, y un total de 200 trabajadores directos y una cantidad similar en puestos indirectos a través de las auxiliares contratadas de apoyo. Las sinergias en la unificación tecnológica estimadas para el primer año rondaban los 18 millones, y hasta 72 millones para los cuatro años siguientes, como aseguraba en una entrevista a FARO el director general de Sistemas, José Manuel Valiño, hoy director adjunto, realizada además en el centro vigués que NCG quiere vender. La pesadilla en la que se convirtió para Novacaixagalicia el devenir de la reforma financiera cambió totalmente el escenario.

En un intento de animar la salida de los activos financieros que mantiene tras la segregación a la Sareb de los pisos de más de 100.000 euros y los macropréstamos al sector superiores a los 250.000 -que la entidad sigue gestionandopara el banco malo-, NCG acaba de lanzar una campaña de locales para alquiler disponibles hasta el próximo 31 de mayo. Un total de 95 oficinas, la inmensa mayoría antiguas sucursales de las dos antiguas cajas de ahorros.

El más barato de los inmuebles es un bajo en la localidad coruñesa de Arteixo, de 95 metros cuadrados por 525 euros al mes. Hay tres más que rondan los 700 euros. En Castellón de la Plana, Martorell y Narón. Otro en Culleredo por 832 euros al mes, prácticamente lo mismo que se pide por una vieja sucursal de Boadilla del Monte (Madrid).

De toda la bolsa de alquileres, cinco de los locales están en la provincia de A Coruña, uno en Lugo, tres en Ourense y 15 en Pontevedra, en las localidades de Poio, Sanxenxo, Gondomar, Marín, la capital y cinco en Vigo. Incluida una oficina de tres plantas en la céntrica Policarpo Sanz, con 800 metros cuadrados construidos y un precio de 15.800 euros al mes. De los más elevados en los recintos disponibles.

El caso del que fue el corazón tecnológico de Caixanova, un activo de relevancia en la trayectoria de las entidades de ahorro gallegas, no es una excepción. Escogecasa mantiene el cartel de "en venta", como en su día adelantó FARO, para el mítico Teatro Fraga. La única pista que da la web es el emplazamiento, en la calle Uruguay. Pero el localizador virtual remite directamente al proyecto estrella que manejaba Caixa Galicia para reforzar su presencia pública en Vigo. El valor es una incógnita. Con la posibilidad de consulta personalizada.

La misma opción a la que hay que recurrir para conocer los detalles del impactante centro socio cultural que Caixanova estrenó en A Coruña, en la zona de A Marina, en respuesta también a su imagen de cara a su mayor competidora. Cuatro plantas y 2.435 metros edificados, inaugurado en febrero de 2006 y que podría superar los cinco millones de euros. Muy cerca, en los conocidos Cantones, lo que vende Novagalicia es el antiguo cine Avenida. Un histórico edificio coruñés que Caixa Galicia adquirió a Amancio Ortega en julio de 2007 y que está justo al lado de la sede de su fundación.