Por segunda vez en catorce meses, el BNG celebró ayer un cónclave con el objeto de marcar un punto de inflexión en su trayectoria. Las críticas a los escindidos desde la asamblea nacional de Amio del año pasado quedaron finalmente mitigadas por la llamada de Xavier Vence a la unidad de las fuerzas nacionalistas, a las que invitó, en alusión sobre todo a la Anova de Xosé Manuel Beiras, a "explorar fórmulas de colaboración estratégica" para plantar cara al PP y al "neoliberalismo salvaje". Además, marcó el terreno ideológico frentista, al que pidió centrarse en realizar pedagogía social de los beneficios de la independencia, objetivo a largo plazo, y a una tarea de atracción social para recuperar apoyos electorales a corto plazo.

La XIV asamblea nacional del BNG abrió ayer una nueva fase en la formación frentista, que sitúa a Vence, catedrático de Economía Aplicada sin experiencia en la primera línea, como portavoz nacional en sustitución del vehemente Guillerme Vázquez. Casi 1.270 militantes, lejos de los más de 4.000 que participaron en la histórica cita de Amio, avalaron con un 95% a la nueva cúpula en el Palacio de Congresos de Santiago y la gestión de la anterior, así como una línea política que enfatiza la búsqueda de la independencia.

Vence, en un discurso de marcado carácter académico, recordó que el BNG siempre ha sido soberanista, si bien pulió las aristas de su discurso en los días de vino y rosas de Beiras o en la etapa de Anxo Quintana. El nuevo portavoz nacional justificó el independentismo como una herramienta para lograr más soberanía, dejando atrás el marco autonómico, y mejorar las condiciones de vida de la población frente "al neoliberalismo salvaje". "Solo recuperando la soberanía podemos recuperar el crecimiento (económico) y la democracia", argumentó. Por ello pidió un Estado propio para Galicia y derecho a decidir de esta.

Con ese discurso, Vence apeló a la necesidad que Galicia posee del BNG, único "parapeto ideológico" frente al centralismo, si bien marcó la primera misión a sus militantes: realizar pedagogía de la independencia. "Estamos pagando descuidar el trabajo de concienciación nacional", lamentó. Además, exigió un giro comunicativo. "No seremos más os do non", dijo sobre la muletilla usada contra ellos por un PP al que es necesario "segar".

La atención estaba situada, sin embargo, en su respuesta a la crisis del Bloque que provocó las escisiones de algunas de sus figuras más representativas. Vence reclamó "evitar las peleas internas". "No queremos más espectáculos públicos, tenemos que reforzar la imagen de cohesión", apeló en un cónclave con escasa autocrítica.

La fuerza hegemónica en el Bloque, la Unión do Povo Galego (UPG), pidió a Vence un paso adelante para liderar la formación. El gesto se interpretó también con un guiño a Beiras, del que fue alumno. Y le lanzó un mensaje claro. Vence pidió buscar fórmulas de cooperación con Anova -también con Compromiso, que ayer propuso una lista única para las europeas- "para impulsar el movimiento social multicolor soberanista", si bien limitó la invitación a las fuerzas que respetan "el principio de autoorganización", es decir, que no pactan con fuerzas estatales como IU, caso de Anova en la coalición AGE. Y ahí apeló al corazón: "Nuestro futuro en esta etapa depende menos de las ideas que profesamos que de los sentimientos que generamos". "Es necesario un ejercicio diario de pensar en lo que nos une y olvidar lo que pudiese diferenciarnos", añadió. No sobra nadie, falta mucha gente", cerró.