La tabla salvavidas a la que se aferra Novagalicia Banco para solventar su enésimo reto es un soporte fiable para unos y un madero quebrado para otros. Los economistas gallegos consultados por FARO sólo comparten parte de sus argumentos: el reto es "extremadamente complicado". Para el catedrático de Economía Aplicada en la Universidade de Santiago de Compostela (USC), Xavier Vence, los resultados conocidos la pasada madrugada constataron un "escenario previsible". En su opinión, "la opción de salvación pasa por consolidar la participación pública", actualmente superior al 90% del capital de Novagalicia Banco. Esto es, articular, usando la mayoría prácticamente total del capital del Fondo Bancario en la entidad, una banca pública. Sólo así "podría seguir siendo una entidad gallega".

El economista coruñés Antonio Grandío, doctor en Ciencias Económicas en la Universidade da Coruña (UDC), es optimista. "Hay que ser cautos todavía", apuntó a preguntas de este diario. No está todo perdido, a su parecer, porque "aún hay opciones de seguir en solitario". En cualquier caso, la hipotética pérdida de Novagalicia Banco –mediante una subasta similar a la de Unnim– no sería, para Grandío, "lo mejor que le podría pasar a Galicia".

Los resultados, que reflejan unas pérdidas cuantiosas, no han hecho más que mantener las "incertidumbres" que planean sobre Novagalicia Banco "desde hace un año". Así evalúa las cuentas de la compañía el economista Juan José Santamaría Conde, responsable del Colegio de Economistas de Pontevedra. "En cierto sentido estaba visto que iba a suceder algo así". Santamaría coincide con Vence a la hora de criticar la gestión del Banco de España en su labor de supervisor financiero y tutor del proceso de reestructuración financiera en España.

Decisiones fallidas

El economista pontevedrés, profesor del departamento de Economía Aplicada de la Universidade de Vigo, arremete contra la "valoración raquítica" que realizó el Banco de España sobre NCG. "Lo importante a la hora de realizar una evaluación así es el valor futuro", incide. En este sentido recuerda las estimaciones realizadas por la dirección de la compañía y que auguraban beneficios a medio plazo. "El Banco de España se precipitó con esa valoración", que tasó NCG en 181 millones de euros y precipitó la práctica nacionalización de la entidad gallega. "Con la situación económica actual no es el momento de subastar nada".

Santamaría va más allá y cree que Novagalicia sufre en carnes una gestión indecisa del regulador financiero y el Ejecutivo central. "El Gobierno tiene que analizar el coste definitivo del saneamiento del sector", cuya cuantía se eleva hasta los 100.000 millones de euros según los análisis de la prensa internacional. "La falta de credibilidad" que, a juicio de Santamaría, puede perjuficar a NCG en la búsqueda de inversores, "no es culpa de la entidad y se vende como si así fuera". "El FROB debería seguir varios años en el capital", sentencia.

La parte política

El alcalde de Vigo, Abel Caballero (también economista), considera que lo "importante en este momento en Novagalicia es que los depositarios y los inversores tengan garantías de que todo va bien". En una entrevista con FARO, el primer edil volvió a responsabilizar al presidente de la Xunta de la desaparición de Caixanova como entidad independiente. "Del absoluto escándalo que fue en su día haber cerrado Caixanova debe responder Feijóo.Del expolio a la ciudad de Vigo con Caixanova, una caja viable y que estaría viva hoy en día", apuntó.

Más aún, Caballero incide en que "Caixanova en este mismo escenario estaría aguantando en una SIP con su nombre por toda Galicia". "Feijóo dijo SIP no y ahora estamos viendo a ver si la absorbe un banco", sentenció.

En los mismos términos se pronunció a este diario el economista José Luis Martín Palacín. "Esto es un fracaso de la Xunta, que sacó pecho con una fusión que no ha funcionado". Una eventual desaparición de Novagalicia Banco sería "una noticia nefasta para Galicia" en términos económicos, según Martín Palacín.