Un día después de volver a implantarse el catálogo gallego de medicamentos con la autorización del Tribunal Constitucional, tras dos meses de suspensión cautelar de la medida pionera en Galicia, la Xunta reforzará el listado priorizado de medicinas subvencionadas en la comunidad para continuar con la filosofía del catálogo: financiar los medicamentos de menor precio, en su mayoría genéricos. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer en el Parlamento que la Consellería de Sanidade incrementará "esta misma semana" el catálogo "con cuatro nuevos fármacos".

Este grupo de medicamentos que entrará en el catálogo se unirá a los 34 principios activos que conforman el listado gallego: desde la atorvastatina al clopidogrel, hasta la venlafaxina o el escitalopram. "Galicia no está dispuesta a pagar más dinero por el mismo medicamento en contra de los intereses de los gallegos", contestó el presidente a una pregunta formulada por el líder del PSdeG, Pachi Vázquez. Según Núñez Feijóo, el catálogo es la muestra de "un Gobierno responsable y de una oposición irresponsable". Para Vázquez, a la espera de la sentencia del tribunal sobre la constitucionalidad del listado gallego (que puede "tardar años"), el catálogo "no ha ahorrado ni un euro más" que el resto de las comunidades, "que ahorran lo mismo sin reducir medicamentos a los enfermos". La decisión del Tribunal Constitucional anunciada el martes de levantar la suspensión de la ley sobre racionalización del gasto en la prestación farmacéutica, por la que se creó el catálogo propio, derivó ayer en un cruce de críticas y halagos en la cámara gallega.

El diputado del PPdeG Miguel Santalices contestó a las palabras del grupo socialista indicando que la ley del catálogo "fue bien articulada, meditada y muy consensuada" y aprovechó para pedir la dimisión de la ministra de Sanidad, Leire Pajín: "no puede seguir haciéndole más daño al sistema sanitario". La conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, instó al PSOE a través de una nota a "situarse a favor de la sostenibilidad sanitaria" y no del "despilfarro". "Los hechos demuestran que si se toman decisiones de forma razonable y responsable, los objetivos se consiguen", añadió Farjas.