Tras los dos meses de exposición pública, las Directrices del Territorio, el documento elaborado por la Xunta para diseñar la organización territorial de la comunidad, han recibido 88 alegaciones, de las cuales 30 corresponden a las presentadas por los ayuntamientos, lo que significa que solo algo menos del 10% de los municipios gallegos han encontrado elementos de controversia. No obstante, la Consellería de Medio Ambiente entiende que detrás de las alegaciones de los concellos se esconde una "estrategia política" de buscar la confrontación en vísperas de las elecciones municipales.

Así, el titular de Medio Ambiente, Agustín Hernández, denunció que hay una "cierta intencionalidad política" en los municipios gobernados por el PSOE para evitar que las Directrices de Ordenación del Territorio se puedan cerrar este año, tal como está comprometido. ¿En qué argumenta el conselleiro esta acusación? Asegura que el 75% del documento es igual al elaborado –pero no llegó a aprobarse– por el bipartito y los ayuntamientos que ahora encuentran motivos para quejarse, no lo hicieron cuando se sometió a información pública el texto redactado por la anterior Xunta. "El único factor diferente es el Gobierno que está tramitando la Xunta, porque el texto es idéntico", precisó.

Foz, Arteixo, Burela, A Guarda o A Illa de Arousa son algunos de los ayuntamientos puestos en el punto de mira por el conselleiro y tras los cuales considera que existe una intencionalidad política motivada por la proximidad de las elecciones municipales.

Sin embargo, el secretario xeral del PSdeG-PSOE, Manuel Vázquez, negó ayer cualquier motivación electoralista o de confrontación por parte de los ayuntamientos socialistas y que la intencionalidad política habría que buscarla en la Xunta por someter a información pública las Directrices de Territorio durante los meses de verano para que "pasaran de puntillas y nadie se enterara".

Entre las empresas que alegaron contra el documento también figura Ence, que reclama que se retire del texto las referencias a la salida de la ría de Pontevedra de la planta de celulosa. Pero el director xeral de Sostibilidade e Paisaxe, Manuel Borobio, replicó que la postura de la Xunta ha sido manifestada en varias ocasiones y que no es otra que la fábrica abandone su actual ubicación.