Sindicatos y Asociaciones de Padres de Alumnos (APA) ven “lógico” que la consulta del idioma de escolarización a las familias sea sólo “orientativa”, a la hora de fijar la lengua en que se impartan las distintas asignaturas en cada etapa educativa, mientras que Galicia Bilingüe lo considera un “engaño”.

El secretario xeral de Política Lingüística, Anxo Lorenzo, explicaba el domingo en una entrevista a Europa Press que la Xunta todavía desconocía cómo iba a “canalizar” la consulta del idioma a las familias y plasmarla en las bases del decreto del plurilingüismo, sin definir aún si la opinión de los progenitores será vinculante u orientativa”.

Lorenzo insistió ayer en la misma idea: “la voz de las familias va a estar en el proyecto de decreto del plurilingüismo”, tras analizar las alegaciones presentadas por casi una treintena de entidades educativas consultadas. Tal y como recogió ayer este periódico tras las declaraciones de Lorenzo, la Xunta está analizando “qué es más conveniente desde el punto de vista político, pedagógico y de la organización de los centros” , cuando una de las claves del borrador del decreto era la capacidad de elección del idioma en Infantil y, en Primaria y Secundaria, de varias asignaturas, por parte de los padres; uno de los compromisos de campaña de Núñez Feijóo. El responsable de Política Lingüística subrayó ayer que la sociedad gallega “tiene que entender claramente” que la actual Xunta realizó el pasado mes de junio una consulta a las familias con alumnos en el sistema educativo no universitario y destacó que “nunca” se había preguntado antes “directamente” a los familiares acerca de las lenguas en la enseñanza.

Consultado sobre qué peso tendrá la opinión de los progenitores en el nuevo decreto, que será presentado este mes tras escuchar y recibir las alegaciones de veintiocho colectivos implicados en la enseñanza, Lorenzo admitió que todavía no se aclaró si será vinculante. “Tener este extremo decidido sería bastante poco respetuoso con el dictamen del Consello da Cultura Galega”, expresó el secretario xeral en alusión al informe sobre las bases para la elaboración del decreto aprobado ayer por el plenario de esta institución y cuyo contenido, remitido a la Xunta, se hará público hoy.

Reacciones

La mayor parte de la treintena de colectivos consultados por la Xunta hicieron constar, en sus alegaciones al borrador del decreto, que los padres no deberían decidir la lengua de las asignaturas, considerando que esta tarea compete a la Administración educativa.

Que la Xunta analice ahora si la elección de las familias será vinculante u orientativa “es consecuencia”, según los colectivos consultados, “de la reacción social y de las alegaciones presentadas”. CIG-Ensino, ANPE y STEG apoyan que la decisión de los padres “no sea vinculante”. “Supondría un cambio sustancial porque, en principio, se tendría en cuenta en el reparto de las asignaturas por parte del centro. Ya hay jurisprudencia que lo desaconseja: sentencias en contra de que los padres elijan el idioma de escolarización. Ha de ser orientativa; es una cuestión de sentido común. Además, hasta ahora era orientativa, porque los equipos lingüísticos de los centros siempre han tenido en cuenta la lengua del entorno”, explicó Xosé Cabido, portavoz del sindicato STEG.

Para Anxo Louzao, de CIG-Ensino, “los padres no fijan los currículos ni las metodologías del sistema educativo”. “La Administración debe cumplir la Lei de Normalización Lingüística. Ante el clamor unánime, es normal que retroceda porque Educación se siente sola. Hasta la Real Academia Galega se ha pronunciado en contra”, añadió Louzao. Según Julio Díaz, de ANPE, “en nuestras alegaciones pedimos a Educación que sea valiente y que marque en qué idioma ha de darse cada asignatura para evitar diferencias y conflictos entre centros”. El portavoz de los padres y madres de alumnos (Confapa-Galicia), Virgilio Gantes, insistió en que “para evitar desbarajustes” sea la Xunta quien fije las asignaturas. “Los padres no podemos decidir algo así”, añadió Gantes. La portavoz de Galicia Bilingüe, Gloria Lago, tilda de “engaño” el diseño del decreto. “Dijimos que sería un placebo y así es. El presidente prometió a los padres que podrían elegir y sólo pedimos que lo cumpla”, criticó.