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Dóciles burras contra los lobos

Una explotación ganadera gallega ha recurrido a dos asnos para proteger el ganado del ataque de las alimañas

Dóciles burras contra los lobosFDV

A grandes males, grandes remedios. Los ganaderos gallegos han decidido hacer frente a la amenaza de los lobos y los jabalíes con sus propios medios, y han pensado en buscarles unos dignos adversarios que les hagan frente, por muy dóciles que aparenten, como lo son los asnos. Es lo que han llevado a la práctica en Casa Grande de Xanceda, un explotación ganadera de Mesía dedicada a la producción de leche y yogures ecológicos, que desde hace unas semanas cuentan con dos jóvenes burras para proteger el ganado. La iniciativa no es nueva. Se hace en África, pero también en la moderna Suiza.

El pasado septiembre, los lobos se cobraron a su primera víctima, una de las 400 vacas con las que cuenta la empresa. Ése fue el primer ataque en los casi 40 años que lleva funcionando la explotación ganadera, pero fue sólo el comienzo. "En dos meses hemos tenido cuatro bajas de vacas por ataques, además de dos más que sufrieron abortos por el estrés que les supone tener que huir de los lobos, y otras dos que sufrieron graves heridas", indicó Cristina Fernández Armesto, que trabaja en la empresa de productos lácteos.

Por ello, comenzaron a pensar en formas de solucionar este "inmenso" problema, pero que se adaptaran a la filosofía ecológica de la explotación. Se pusieron en contacto con asociaciones de protección de lobos para buscar asesoramiento, hasta que surgió la idea de las burras, gracias a la experiencia de Cristina Fernández como voluntaria en África, donde los ataques al ganado también son muy frecuentes, aunque en su caso por parte de guepardos y otros animales salvajes. "Lo que hacen allí es introducir a burras jóvenes entre las vacas, ya que las burras tienen un instinto protector muy fuerte pero, al contrario que las vacas, no huyen ante los ataques de los lobos, sino que se quedan protegiendo al rebaño", indicó.

Así, hace tres semanas, Casa Grande de Xanceda incorporó dos burras de menos de dos años entre su ganado, un método que, más tarde, descubrieron que también se emplea en Suiza para evitar los ataques de lobos. Xanceda y Junior, como han decidió bautizar a las nuevas defensoras del rebaño -en honor al nombre de la compañía y a uno de sus productos- fueron adquiridas a ganaderos de la zona, pero parece que desempeñan bien su nuevo cometido. Al menos, desde que llegaron a la finca hace más de 20 días, no han vuelto a repetirse los ataques de lobos, aunque todavíasea "pronto" para ver resultados.

Además, desde la explotación han pensado también en otros métodos alternativos para luchar contra las alimañas, como la colocación de cencerros a las vacas, para que "hagan ruido" y así distraigan al lobo, o la adquisición de perros mastín para cuidar al rebaño. "Estamos buscando mastines en las perreras, lo que pasa es que ese es un proceso largo, ya que al perro hay que adiestrarlo y lleva tiempo", indicó Fernández.

Al menos estos métodos servirán para prevenir los ataques, ya que de momento no parece que se pueda acabar con la amenaza de los lobos. "El problema es que son muchísimos, y las ayudas de la Administración son pocas y llegan tarde, y no contemplan la prevención", indicaron desde Casa Grande de Xanceda, mientras recalcaban que este problema afecta a todos los ganaderos de la zona, que están "alarmados y dejados de la mano de Dios".

Un problema "habitual"

Abandonados se sienten también los ganaderos de Frades, que llevan tanto tiempo sufriendo los ataques de las alimañas, "sin que nadie haga nada", que por desgracia se han convertido ya en algo "habitual". "Empezaron hace unos dos años, y cada vez se acentúan más", lamentó Carlos Pérez Boedo, representante de una cooperativa agraria en esta localidad coruñesa, que añadió que "al atardecer ya se ven aparecer los lobos", algo "insólito" en una zona ganadera donde nunca habían tenido estos problemas.

"Yo ataques directos no he sufrido ninguno, pero tengo que tener a todo el ganado encerrado, no lo podemos sacar a pastar porque los lobos atacan a las vacas y ovejas que están fuera", lamenta. Y es que, ante la falta de ayudas para acabar con este problema, han tenido que ser los propios ganaderos los que tomen medidas. "Por la cuenta que nos tiene, hemos tenido que hacer algo", indicó Carlos Pérez, que añadió que han reducido los ataques a base trabajo.

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