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Dueños de chalés coruñeses alojan a jóvenes en infraviviendas situadas en fincas

Un estudio de la Facultad de Arquitectura revela la existencia de 150 alojamientos de este tipo

Dueños de chalés coruñeses alojan a jóvenes en infraviviendas situadas en fincas

Un estudio elaborado por profesores y alumnos de la Facultad de Arquitectura de A Coruña alerta de la existencia de 150 viviendas ocupadas por universitarios que incumplen el decreto sobre habitabilidad en Galicia. Estas viviendas, de entre 12 y 18 metros cuadrados, se encuentran en la mayoría de los casos en fincas privadas anexas a chalés de la zona de A Zapateira, cuyos dueños desean sacar partido de la demanda estudiantil.

"Hemos detectado la proliferación de un tipo de alojamiento que podemos calificar como infra viviendas. Es un fenómeno urbano que sólo surge en el entorno del campus y que comenzó en los años 90", explicó el vicerrector de Infraestructuras, Xosé Lois Martínez, durante la presentación del estudio.

El decreto 262/2007 sobre las normas del hábitat gallego establece que toda vivienda debe contar, como mínimo, con una zona de día -sala de estar, comedor y cocina- de 21 metros cuadrados, con un dormitorio de 12 m2 y con un baño de 5. Ninguno de los alojamientos del estudio supera los 20 metros cuadrados y todos constan de una única habitación.

"Ninguna de estas agrupaciones de viviendas cuenta con espacios comunes. El mobiliario se limita en algunos casos a una mesa, una cama, un lavabo y un hornillo. Aparecen como un espacio residencial dentro de la parcela y los estudiantes tienen que entrar por verdaderos laberintos", denuncia el profesor José Manuel Vázquez Mosquera, uno de los directores de la investigación.

El estudio alerta también de las cantidades desproporcionadas que deben pagar los universitarios. El precio de alquiler por metro cuadrado, que ronda los 10 euros, es igual o incluso superior que en pisos mejor dotados y ubicados en el centro.

"El alquiler suele rondar los 100 euros. Esta cifra puede parecer baja, pero si la dividimos entre los metros cuadrados nos damos cuenta de la realidad. Los particulares han tomado la iniciativa en la creación de vivienda estudiantil con una respuesta patológica", expone el vicerrector de Infraestructuras.

Los catedráticos también destacaron que las agrupaciones de microviviendas del campus se encuentran normalmente tras un muro, lo que dificulta su identificación desde la calle. "Siempre hay intención de ocultar", afirma Xosé Lois Martínez, que no dudó en manifestar que "están totalmente al margen de la legalidad".

Reconocen que los principales perjudicados son los estudiantes, pero añaden que la proliferación indiscriminada de microviviendas deteriora el entorno urbano. Según una simulación, de seguir la tendencia actual podrían aparecer dentro de pocos años concentraciones de 750 alojamientos en una parcela con una superficie de menos de un kilómetro cuadrado.

Falta de inversiones

Los investigadores coinciden en que las causas de la aparición de estas viviendas están ligadas a la falta de inversiones por parte de la Administración y a la demanda creciente de estudiantes de fuera de A Coruña que buscan alojamientos baratos.

"Hay una presión por la escasez de vivienda universitaria y en algún sitio hay que acoger a los alumnos. Esto pone de manifiesto una transformación urbana que el Ayuntamiento debe conocer y que entre todos tenemos que solucionar", comentó el director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, José Manuel Casabella.

Los catedráticos explicaron que los dueños de los chalés aprovechan una demanda sin respuesta. "Es la crisis de una sociedad que no sabe satisfacer las necesidades de alojamiento. La gente intenta aprovechar las plusvalías que genera la Universidad", comentó Xosé Lois Martínez.

Los profesores revelaron casos curiosos como el de un grupo de viviendas situadas bajo una pista de tenis.

El vicerrector de Infraestructuras considera que tanto la Universidad como la Administración deben atajar este fenómeno mediante la construcción de complejos residenciales de titularidad pública y recuerda que sólo el Ayuntamiento y la Xunta pueden tomar medidas si las viviendas ubicadas en las fincas de los chalés incumplen la legalidad.

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