Aunque los facultativos no desvelan cuál será la actitud que adoptarán cuando

el nuevo modelo del complemento específico, el plus con el que se paga la exclusividad a los que trabajan en los centros sanitarios públicos de la comunidad, se ponga en marcha, las críticas, muy duras, que el colectivo lanza a la propuesta del Sergas suenan a boicot. El Consello de Colexios Médicos de Galicia, que reúne a los cuatro colegios provinciales, se ha despachado a gusto con los cambios en la remuneración, que a partir de ahora implica la disposición del que la solicita a prolongar la jornada laboral o cambiar turnos de mañana para la tarde o viceversa a cambio de un sobresueldo fijo y una cantidad variable en función de la carga de trabajo finalmente asumida. El nuevo complemento específico cuenta con el respaldo, aún por ratificar con la firma del acuerdo con Sanidade en los próximos días, de los sindicatos CIG, UGT, CCOO y Satse. Su apoyo es suficiente para que entre en vigor la reforma, junto con el resto del acuerdo marco para el sistema sanitario gallego 2008-2012, pese a la oposición frontal del Sindicato de Médicos de Galicia (CESM) -con representación en las negociaciones- y la central independiente O´Mega, que comparten también ahora los colegios oficiales. "Las propuestas de la Consellería de Sanidade suponen una clara discriminación con respecto

al resto del Estado", aseguran. Al igual que los sindicatos que se han desvinculado del pacto con el Gobierno gallego, los colegios médicos reclaman que la exclusividad se pague a todos los profesionales por igual.Que la retribución de 794,13 euros que en la actualidad cobra el 85% de los facultativos de la red del Sergas se extienda al 100% -unos 1.000 médicos más- sin ninguna modificación. Las exigencias del colectivo chocan directamente con la aspiración de Sanidade de convertir el plus en un extra que realmente garantice que los doctores están vinculados únicamente a su trabajo para la administración y que permita ampliar la atención sanitaria en los hospitales por las tardes -tanto en operaciones, consultas, pruebas, como en docencia o actividades de continuidad en el servicio- y aliviar así las abultadas listas de espera.

"Entre las demandas que se han efectuado a la Consellería de Sanidade figura la de la generalización y redefinición del complemento específico en términos similares a lo establecido para otras comunidades autónomas", explican desde el Consello Galego de Médicos. El organismo presidido por Luis Campos Villarino se siente "utilizado" por "una estrategia de dilación ante los asuntos pendientes" ya que el Sergas "ha demostrado un escaso interés en abordarlos positivamente para su solución". Por eso piden "espíritu negociador y transparencia". Los médicos añaden a sus quejas el pago de guardias, para las que piden "una adecuada retribución", la mejora en Atención Primaria y que se tengan en cuenta sus sugerencias en el futuro diseño de la carrera profesional, fundamentalmente" en el baremo de puntuación, la representatividad en los comités y la extensión al sector privado. Dicen que esta situación afecta "de forma muy notable" a los internos residentes. Los encuentros que Sanidade

mantuvo en abril y junio se saldaron, según el Consello de Médicos, con "promesas y fechas firmes de participación" que se han "quedado en nada". "Hemos sido despreciados y utilizados torticeramente -denuncian- en el intento por impedir que los sanitarios gallegos continúen viajando en un vagón de tercera clase"